ENESIDEMO

Enesidemo (en griego, Αἰνησίδημος) (Cnossos, Creta,1 , o Aeges2 . ca. 80 a. C. – Alejandría, ca. 10 a. C.), fue un filósofo griego.

Formó parte de la Academia platónica de Atenas, que en su tiempo adoptaba una orientación estoica que no aceptaba Enesidemo. Formó entonces su propia escuela en Alejandría para enseñar el pirronismo frente al estoicismo. Escribió una obra titulada Discursos pirrónicos, donde plasmó su filosofía mediante la sistematización de los argumentos (tropos) del escepticismo para tratar de demostrar la imposibilidad del conocimiento verdadero. Por sus esfuerzos para devolver el escepticismo a la genuina formulación de Pirrón fue considerado como el «segundo fundador de la escuela escéptica».

 

Se esforzó en demostrar el carácter relativo de todos los juicios y opiniones. Se conocen de él 10 argumentos, los que se conocen con el nombre de tropos, ellos hablan a favor del escepticismo. Plantean las causas que pueden tener la diferencia de juicios. Debe suspenderse todo juicio si con él se busca conocimiento pues al obrar de esa forma, nada es verdadero ni en sí mismo ni en otra cosa.

 

Los objetos aparecen de forma distinta a las personas según la perspectiva en que éstas se encuentren. Da también algunos consejos éticos, y señala como el sumo bien la imperturbabilidad que alcanza el espíritu en la suspensión de todo asentimiento.

 

Para Enesidemo, el hombre no puede conocer la verdad, ni por los sentidos, ni por la razón, ni por la unión de ambos. Los datos de los sentidos y los de la inteligencia son contradictorios y no disponemos de un criterio de decisión entre ellos, pues este supuesto criterio habría de basarse o en los sentidos o en la razón.

 

10 TROPOS

Enesidemo clasifica estos tropos en tres clases:

A) Por razón del sujeto que conoce.

B) Por razón del objeto conocido.

C) Por razón de ambos.

1.- La diversidad de los animales: Los animales no puedan ser considerados inferiores a los hombres, ya que saben elegir lo que les es útil e incluso algunos son capaces de comportamiento moral.

2.- Las diferencias entre los hombres: Los seres humanos presentan entre sí diferencias que nos incapacitan para decidir dónde está la verdad.

3.- La diversidad de los sentidos: No percibimos la realidad, sino sólo apariencias.

4.- Las circunstancias: ¿Cómo saber si en condiciones normales no estamos en situación de modificar la apariencia de las cosas?

5.- Las situaciones, las distancias y los lugares: ¿Cómo conocer las cosas haciendo abstracción del lugar que ocupan, de la distancia a que se encuentran de nosotros, de la posición que toman? Luego, no las conocemos en sí mismas.

6.- Las mezclas: Conocemos las cosas a través de lo órganos sensoriales, es decir a través de una mezcla que ha de alterar la percepción.

7.- La relación: Cada cosa está relacionada, a la vez, con aquel que la percibe y con otras cosas junto a las cuales se la percibe. Algo no está a la derecha o a la izquierda por sí mismo, sino con relación a otras cosas. El día es relativo al sol; lo alto a lo bajo; lo grande a lo pequeño; el padre al hijo. Nada se conoce en sí mismo.

8.- Cantidad y cualidad: El vino bebido con medida tiene un efecto fortificador y sin ella, un efecto soporífero. Lo mismo vale para muchas comidas, bebidas, etc.

9.- La frecuencia y la rareza: Nuestros juicios se deciden por la frecuencia o rareza de los fenómenos que se juzga, no por algún carácter propio de éstos.

10.- Las costumbres, las leyes, las opiniones: Las creencias morales son variables.