Genserico o Gaiserico (c. 400-477), rey de los vándalos
(428-477) en el momento de máximo poderío de este pueblo. Hijo ilegítimo de
Godegiselo, rey de los vándalos durante la invasión de la Galia; Genserico
sucedió a su hermano Gunderico (que era rey desde el 406) en el 428. Al año
siguiente, condujo a su pueblo desde Hispania hasta África. El general romano
de África, Bonifacio, intentó hacer regresar a los vándalos, pero fue derrotado
y forzado a huir a Italia. Tras una incursión triunfal por todo el norte de
África, los vándalos conquistaron Cartago en el 439; Genserico convirtió esta
ciudad en su capital. La flota vándala realizó diversas incursiones sobre
Sicilia, Cerdeña y Córcega. En el año 455 Genserico tomó como pretexto la
muerte del emperador romano Valentiniano III para invadir Roma. La ciudad se
encontraba indefensa, por lo que los vándalos entraron en ella sin oposición;
la saquearon durante catorce días y se llevaron sus tesoros.
Cuando se retiró, Genserico tomó como rehenes a la viuda de Valentiniano y a sus dos hijas, junto con una serie de ciudadanos romanos que fueron tratados como esclavos. Después, condujo a su ejército hacia el este, asolando Grecia y Dalmacia y amenazando Constantinopla. Los dos grandes intentos para someter a los vándalos realizados por el emperador romano de Occidente Mayoriano (457-461) en el 457, y por el de Oriente (o bizantino), León I en el 468, fueron un fracaso.
El también emperador de
Oriente Zenón se vio obligado a reconocer las posesiones de Genserico (norte de
África, Sicilia, Córcega, Cerdeña y las islas Baleares), y a establecer la paz
con él en el 476. Genserico fue sucedido por su hijo Hunerico, bajo cuyo
reinado (477-484) el imperio africano de los vándalos comenzó a desintegrarse.
Cuando se retiró, Genserico tomó como rehenes a la viuda de Valentiniano y a sus dos hijas, junto con una serie de ciudadanos romanos que fueron tratados como esclavos. Después, condujo a su ejército hacia el este, asolando Grecia y Dalmacia y amenazando Constantinopla. Los dos grandes intentos para someter a los vándalos realizados por el emperador romano de Occidente Mayoriano (457-461) en el 457, y por el de Oriente (o bizantino), León I en el 468, fueron un fracaso.
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