En la
mitología romana, Acca Larentia (‘ella que forma’) protagoniza dos leyendas:
La
primera de ellas, situada en el reinado de Rómulo o de Anco Marcio, dice que
Acca Larentia, una de las más bellas mujeres de Roma, fue la mujer que Hércules
ganó en una partida de dados al guardián de su templo. Una vez hubo gozado de
ella, Hércules le aconsejó que se pusiese al servicio del primer hombre que
encontrase.
El afortunado fue un etrusco rico llamado
Tarucio, que se casó con ella. Cuando aquél murió, Acca heredó toda su fortuna:
grandes propiedades en las cercanía de Roma que ella, a su vez, terminó legando
al pueblo.
Acca Larentia desapareció, anciana, en el Velabro, sin dejar rastro,
en el mismo lugar donde estaba sepultada la otra Larentia, protagonista de la
segunda leyenda.
En la
segunda leyenda, Acca Larentia era la esposa de Fáustulo, pastor que salvó las
vidas de Rómulo y Remo. Tuvo doce hijos y a la muerte de uno de ellos Rómulo
tomó su lugar. Junto con los otros once se formó el colegio de los hermanos
Arvales (Fratres Arvales).
Es
por ello que la Diosa se identifica con ese Colegio. El flamen Quirinalis actúa
en el rol de Rómulo (deificado como Quirino) para llevar a cabo los ritos
funerarios por su madre adoptiva.
Acca
Larentia pudo haber sido la lupa (que en latín significa tanto «loba» como
«prostituta») que amamantó a los gemelos. Su fiesta, el Larentalia, se
celebraba el 23 de diciembre.
ESCULTURAS DE ACA LARENTIA:
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