martes, 25 de agosto de 2020

CÉSAR CASTIGA Y ORDENA LA MUERTE DE ACÓN, EL JEFE GALO DE LOS SENONES



Apliqué un ejemplar y cruel castigo al jefe de los senones, Acón, que había intentado levantar a su pueblo contra nosotros; pero nuestras legiones lo habían sorprendido y aplastado antes de que él hubiera logrado completar la organización de la rebelión. Ordené su muerte según la salvaje manera militar de nuestros antepasados. En presencia de nuestro ejército y de galos notables hice que lo desnudaran, que le fijaran firmemente la cabeza en la horquilla de una pieza recta de madera y que lo azotaran con varas hasta que muriera. Quedaba muy poco de él cuando terminó la flagelación, pero para completar el tradicional procedimiento se le separó la cabeza del cuerpo. Este desagradable espectáculo dio gran placer al ejército, que anhelaba alguna ejecución para coronar, por así decirlo, aquel año de venganza. También muchos galos me felicitaron por haber demostrado con tanta claridad a todo el país que, si bien yo recompensaba a mis amigos, era implacable con los traidores.



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