No recorrió el Asia a modo de
bandido ni estaba en su mente saquearla y arrasarla cual presa y botín de una
inesperada buena fortuna, como hizo después Aníbal al invadir Italia y
antes los treres al pasar por Jonia y los escitas por Media. Alejandro quería
que toda la tierra estuviera sometida a una única razón y a un único gobierno y
que todos los hombres se revelaran como un único pueblo, y así se formó él
mismo. Y si la divinidad, que envió su alma aquí, no le hubiera reclamado tan
deprisa, una única ley regiría a todos los hombres y todos mirarían a una única
justicia como a una luz común. Pero ahora una parte de la tierra, la que no
conoció a Alejandro, permanece sin luz del sol.
( Plutarco )
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