Publio Servilio Vatia Isáurico (en latín, Publius
Servilius C. f. M. n. Vatia Isauricus) fue un senador y cónsul romano, nieto de
Quinto Cecilio Metelo Macedónico. Es mencionado por primera vez en el año 100
a. C. cuando cogió las armas contra Apuleyo Saturnino junto con otros
aristócratas.
Designado por el dictador Lucio Cornelio Sila para el
consulado en el año 79 a. C., junto a Apio Claudio Pulcro como colega consular.
Fue el padre de Publio Servilio Vatia Isáurico, (cónsul en dos ocasiones, en 48
a. C. y en 41 a. C.).
Al año siguiente (78 a. C.) obtuvo el gobierno
proconsular de la provincia de Cilicia, donde fue enviado con una poderosa
flota y ejército, con el fin de limpiar el mar de los piratas, contra los
cuales luchó con gran habilidad y éxito. Al principio los derrotó fácilmente en
un combate naval en la costa de la provincia; entonces los piratas se
refugiaron en sus fortalezas en las montañas que bordean la costa sur de Asia
Menor.
Servilio procedió a atacar a estas fortalezas, las
cuales se defendieron con gran obstinación y coraje. Sólo tenemos relatos muy
fragmentarios de esta guerra, que ocupó a Servilio unos tres años, pero fue una
lucha muy dura para los soldados romanos y con feroz resistencia de los
salvajes habitantes de estas zonas. La primera fortaleza ocupada fue Olympus,
una ciudad de Licia, situada en la montaña del mismo nombre, y defendida por el
caudillo de los bandidos, llamado Zeníquetes, que murió con los suyos en las
llamas de la ciudad; después conquistó Fasélide en Panfilia, así como otras
fortalezas de menor importancia, después de lo cual entró en Cilicia, donde
tomó por asalto la fortaleza de Coricos en la costa. Habiendo sometido los
bastiones de los piratas en la costa, se decidió llevar la lucha contra los
bandidos en el interior del país; de esta forma cruzó los Montes Tauro (la
primera vez que el ejército romano cruzaba estas montañas) y se dirigió
directamente contra el pueblo de los isaurios, asediando su capital Isaura que
pudo conquistar después de desviar el río que suministraba agua a la ciudad. El
ejército lo saludó entonces como imperator y recibió el cognomen de Isáurico.
Después de organizar Cilicia como provincia romana,
regresó a Roma, donde se le otorgó un triunfo en el año 74 a. C.. Su triunfo
fue muy brillante; el pueblo acudió a ver a Nicon y a otros líderes piratas
capturados, que caminaban en la procesión, y también el gran botín que había
obtenido en las ciudades conquistadas y que fue depositado en el tesoro
público, sin apropiarse de ninguna parte para sí mismo, tal como acostumbraban
la mayoría de los procónsules.
Después de regresar a Roma, Vatia Isáurico fue
considerado como uno de los principales miembros del Senado, y es mencionado
con frecuencia en los discursos y en las cartas de Cicerón en términos de gran
respeto.12 En 70 a. C. sirvió como uno de los jueces en el juicio contra Cayo
Verres y apoyó en el año 66 a. C. el nombramiento de Cneo Pompeyo Magno como
comandante supremo para dirigir la guerra contra los piratas del Mediterráneo.
En 63 a. C. fue candidato a Pontífice Máximo pero fue derrotado por Julio César,
que había servido bajo sus órdenes en Cilicia; el mismo año apoyó a Cicerón en
la represión contra la conspiración de Catilina y fue partidario de aplicar la
pena máxima a los conspiradores. En 57 a. C. apoyó en llamar a Cicerón de su
destierro; y en 56 a. C. se opuso a la restauración de Ptolomeo XII Auletes en
el reino de Egipto.
En el año 55 a. C. fue elegido censor junto con Marco
Valerio Mesala Níger. No tomó parte en la guerra civil y murió en Roma en 44 a.
C.
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