Todos
esos engreídos senadores que me atacan y descalifican en todo solo por ser quién
soy y por mi origen plebeyo, deberían de saber que un político sabe manipular y
cambiar las leyes a su antojo, pero la ventaja de un militar está en que tiene
experiencia con la fuerza de las armas y sobre una estrategia aplicable. Un
político que a la vez dispone de amplia y brillante experiencia militar, si lo
desea y aprovecha las circunstancias, puede llegar a hacerse proclamar Rey de
Roma por la fuerza, y hacer que todos sus enemigos políticos acaben muertos. Lo
digo por todos esos senadores insensatos, que sólo piensan en sus propios intereses,
y que odian e ignoran a los proletarios romanos, olvidando que los más pobres
también son romanos, y no sólo carne de legiones. Yo nunca me salí fuera de la
Constitución, pero no se debe de olvidar que con que tan solo yo lo hubiera
deseado, hubiera podido llegar a ser Rey de Roma con el apoyo total de los
romanos más pobres, y tener el poder absoluto.
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