PRIAPO, DIOS DEL FALO, HIJO DE DIONISIOS Y AFRODITA
PRÍAPO
En la
mitología griega, Príapo (en griego antiguo: Πρίαπος [Príapos])? es un dios menor rústico
de la fertilidad, tanto de la vegetación como de todos los animales
relacionados con la vida agrícola, y un personaje puramente fálico. Era adorado
como protector de los rebaños de cabras y ovejas, de las abejas, del vino, de
los productos de la huerta e incluso de la pesca.
FUNCIONES
Y ORIGEN
Príapo,
se solía representar con un enorme falo en perpetua erección o en posición
fálica, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Los romanos solían
colocar en sus jardines estatuas de Príapo, normalmente con la forma de toscas
hermas de madera de higuera, manchadas de bermellón (de aquí que el dios fuese
llamado ruber o rubicundus), con un enorme falo erecto, llevando fruta en su
ropa y una hoz o una cornucopia en la mano. Su función era la de garantizar una
abundante cosecha. Príapo alejaba el mal de ojo y su estatua protegía las
huertas de los ladrones. Como otras divinidades protectoras de las artes
agrícolas, se le creía poseedor de poderes proféticos, y a veces se le menciona
en plural.
Sin
embargo, otros muestran cómo los poetas inventaron situaciones cómicas y
obscenas para Príapo, otorgándole un prominencia literaria mayor de la que gozó
en los ritos y la religión, si bien las figuras fálicas enmascaradas destacaban
en muchas ocasiones festivas, tanto en Grecia como en el mundo romano.
Según
algunos mitógrafos, sus lugares originarios de culto eran las ciudades de Asia
Menor situadas en el Helesponto, particularmente Lámpsaco. Por esto a veces era
llamado «Helespóntico». Más tarde, su culto se difundiría por Grecia e Italia. Los
poetas griegos más antiguos, como Homero o Hesíodo, no mencionan Príapo y
Estrabón afirma expresamente que sólo tardíamente fue objeto de adoración
divina.
Príapo
tenía tantos rasgos en común con los otros dioses de la fertilidad que los
órficos le identificaban con sus místicos Dioniso, Hermes, Helios y demás. Las
leyendas áticas le relacionan con seres tan sensuales y licenciosos como
Conisalos, Ortanes, Fonile y Ticone. En cierta manera su equivalente en la
mitología romana, donde fue mucho más popular que en la griega, era Mutinus
Mutunus, la personificación del poder fructífero de la naturaleza.
Luciano
cuenta en Sobre la danza que Príapo era considerado en Bitinia un dios
guerrero, un tutor rústico del infante Ares.
Príapo
también es reconocido como un santo en la Ecclesia Gnostica Catholica.
PRIAPO-MERCURIO
Príapo
suele ser considerado hijo de Dioniso y Afrodita. Se dice que ésta había cedido
a los abrazos de Dioniso, pero durante la expedición de éste a la India le fue
infiel y vivió con Adonis (quien sería su padre según un escolio Sobre Licofrón
señalado por Kerényi 1951). A la vuelta de Dioniso Afrodita volvió a su lado,
pero pronto le abandonó de nuevo y marchó a Lámpsaco para dar a luz al hijo del
dios. Hera, decepcionada por la conducta de Afrodita, la tocó y su poder mágico
hizo que alumbrase un hijo extremadamente feo y con unos genitales inusualmente
grandes. En Helicón (Beocia) el escritor y viajero Pausanias señalaba una
estatua de Príapo que era «digna de verse».
Este
dios es adorado donde las cabras y ovejas pastan o donde hay enjambres de
abejas, pero la gente de Lámpsaco le adora más que a ningún otro dios,
llamándole hijo de Dioniso y Afrodita.
Sin
embargo, según otras fuentes Príapo era hijo de Dioniso y de una náyade o de
Quíone y dio su nombre a la ciudad turca de Priapos, actual Karabiga, mientras
otras también le describen como hijo de Adonis con Afrodita, de Hermes, o de un
padre de largas orejas, esto es, de Pan o de un sátiro.
LOTIS
En
los Fastos de Ovidio, la ninfa Lotis cayó dormida ebria en un banquete, y
Príapo aprovechó esta oportunidad para intentar violarla. Con sigilo se le
acercó, y justo cuando iba a abrazarla uno de los burros de Sileno (anfitrión
del banquete) alertó al resto de invitados con «estridentes rebuznos». Lotis se
despertó y rechazó a Príapo, pero su auténtica salvación fue ser transformada
en flor de loto. Para hacerle pagar por estropearle esta oportunidad, Príapo
mató al burro. Esta anécdota servía para explicar por qué en la ciudad de
Lámpsaco, donde Príapo era adorado entre la descendencia de Hermes,8 se
sacrificaban burros como libación.
PRÍAPO
Y LOS ASNOS
Además
de la anterior, otras leyendas explicaban el porqué de estos sacrificios. Según
una de ellas, Hestia fue avisada por un burro cuando Príapo iba a violarla (y
por esto mismo en la fiesta de Hestia se coronaba a los asnos con flores). Otra
leyenda cuenta que el origen está en una pelea que Príapo tuvo con un asno (al
que Dioniso había concedido el don de la palabra) sobre el tamaño de sus
respectivos miembros viriles. Príapo ganó y mató al asno, aunque luego sintió
pena y lo subió a las estrellas.
ARTE
En
las excavaciones de Pompeya se descubrió un famoso fresco de Príapo pintado en
las paredes del vestíbulo de la casa de los Vettii. Se cree que la función de
este fresco era contrarrestar al mal de ojo de los envidiosos de la riqueza de
los Vettii, dos acaudalados comerciantes de la ciudad que gastaron grandes
sumas en decorar su mansión.
Las adoradoras de Priapo, dios de la fecundación
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