martes, 4 de junio de 2019

EL TRIUNVIRO CÉSAR OCTAVIO AL TRIUNVIRO MARCO ANTONIO



Roma es Roma. Ninguno de nosotros es su dueño. Los dos somos sus sirvientes. Todo lo que haces tú, todo lo que hago yo, debería ser para mayor gloria suya, para incrementar su poder. Eso es igual de cierto para Bruto y Casio. Si tú, yo y Marco Lepido pugnamos por algo, debería ser por la distinción de ser el que más contribuya a la mayor gloria de Roma. Nosotros somos mortales, ya muramos aquí en el campo de batalla o más tarde, en paz los unos con los otros. Roma es eterna. Pertenecemos a Roma.








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