Roma es Roma. Ninguno de
nosotros es su dueño. Los dos somos sus sirvientes. Todo lo que haces tú, todo
lo que hago yo, debería ser para mayor gloria suya, para incrementar su poder.
Eso es igual de cierto para Bruto y Casio. Si tú, yo y Marco Lepido pugnamos
por algo, debería ser por la distinción de ser el que más contribuya a la mayor
gloria de Roma. Nosotros somos mortales, ya muramos aquí en el campo de batalla
o más tarde, en paz los unos con los otros. Roma es eterna. Pertenecemos a
Roma.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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