Lucio Cornelio Escipión Asiático (En latín, Lucius Cornelius
Scipio Asiaticus), también llamado Asiagenes o Asiageno, fue un general y
político de la República romana. Muerto en 183 a. C.
Hijo de Publio Cornelio
Escipión y hermano de Escipión el Africano. Estuvo al servicio de su hermano en
Hispania, donde tomó la ciudad de Oringis en el año 208 a. C., y a la
terminación de la guerra fue enviado por su hermano a Roma, con la alegre
noticia. Fue pretor en el año 193 a. C., cuando obtuvo la provincia de Sicilia.
Alcanzó el consulado en el año
190 a. C. con Cayo Lelio. El Senado no tenía mucha confianza en sus
habilidades, y sólo a través de la oferta de su hermano el Africano que lo
acompañaría como su legado obtuvo la provincia de Grecia y la conducción de la
guerra contra Antíoco.
Feroz enemigo de la Liga
Etolia, aliada de Antíoco III, se opuso a la paz negociada por Publio. A
continuación, pasó a Asia, venciendo a Antíoco III el Grande en la batalla de
Magnesia. Tras volver a Roma, recibió un triunfo, y el apodo de Asiático, como
reconocimiento a su victoria en Asia Menor.
Sin embargo, los hermanos
Escipión tenían un formidable enemigo en la persona de Marco Porcio Catón, que
odiaba a su familia. En el año 187 a. C., Catón acusó a Lucio de apropiación de
parte de la indemnización de guerra pagada por Antíoco III. Escipión Africano
se sintió ultrajado, y desafiando al senado, destruyó los documentos
financieros de la campaña, entre los aplausos de la multitud. Pero esta altiva
conducta parece haber producido una impresión desfavorable, y Lucio fue llevado
a juicio en el curso del mismo año, fue declarado culpable y condenado a pagar
una fuerte multa. El pretor Quinto Terencio Culeón se comprometió entonces a
arrestarlo y encarcelarlo si Asiático se negaba a pagar la multa y los tribunos
de la plebe (a excepción de Tiberio Sempronio Graco) con Cayo Fannio a la
cabeza anunciaron que no se opondrían.
A pesar de la pobreza a la que
se dice que se vio reducido, celebró con gran esplendor, en el año 185 a. C.
los juegos que había prometido en su guerra contra Antíoco. Valerio de Ancio
relata que obtuvo el dinero necesario de una embajada a la que fue enviado
después de su condena, para resolver las disputas entre los reyes Antíoco y
Eumenes.
Fue candidato a la censura en
el año 184 a. C., pero fue derrotado por el viejo enemigo de su familia, Porcio
Catón, que dio una prueba más de su odio a la familia, privando a Asiático de
su caballo en la revisión de los equites. Parece, por tanto, que incluso hasta
épocas tan tardías como ésta un eques no renunciaba a su caballo público al
convertirse en un senador.
Desalentado de la vida pública,
se retiró a su villa de la Campania, donde murió al año siguiente.
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