Entonces los soldados pretorianos del campamento corrieron a su
alrededor del cuerpo de Augusto en la pira y arrojaron en ella todas las
condecoraciones que cada uno había recibido de él por su valor. Entonces, como
el Senado había decretado, los centuriones encendieron sus antorchas y
prendieron fuego a la parte inferior de la pira. Así se consumió, y un águila
liberada de allí voló a lo alto, pareciendo llevar su espíritu al cielo.
( Dión Casio en "Historia romana" )
No hay comentarios:
Publicar un comentario