En 15 d. C., un año después de la muerte de Augusto, mientras se
celebraba una procesión fúnebre por el Foro, un individuo se acercó al cadáver
e inclinándose ante él le susurró algo. Cuando los que habían presenciado la
escena le preguntaron qué le había dicho, contestó que había enviado un mensaje
a Augusto notificándole que los ciudadanos pobres todavía no habían recibido la
pequeña suma de dinero que había dejando para cada uno de ellos en su
testamento. Tiberio lo mandó matar de inmediato para que, según comentó
bromeando, le llevara el mensaje personalmente. Pero poco después abonó a todos
los demás el legado.
( Dión Casio en "Historia romana")
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| EMPERADOR TIBERIO |
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