Para derribar y perforar entradas en los asedios, los
romanos utilizaban variedad de arietes y trépanos, como los que podemos ver en
estas ilustraciones basadas en las descripciones del famoso arquitecto romano
Vitrubio.
El ariete gigante tiene forma de tortuga, se desplazaba
sobre rodillos y estaba movido por dos grupos de hombres. La cubierta era de
cuero relleno de algas para amortizar los proyectiles que recibían. La cabeza
de golpear de la enorme viga del ariete era de duro metal, especialmente de
hierro.
El trépano era empleado sobretodo para abrir agujeros a través
de las murallas, podía llegar a tener unos 25 metros de largo y se manejaba con
un cabrestante.
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