Por ello es necesario reconocer que también el espíritu se
disuelve, ya que penetran en él los contagios de la enfermedad. En efecto,
dolor y enfermedad son ambos factores de la muerte, como nos lo ha mostrado
anteriormente el final de mucha gente.
En suma, ¿por qué cuando la fuerza imperiosa del vino ha
penetrado en el hombre y el ardor que se ha esparcido llega hasta las venas le
acompaña la pesadez de los miembros, las piernas embarazosas le hacen vacilar,
la lengua se entorpece, la mente está embotada, los ojos enturbiados, aumentan
los gritos, sollozos, insultos y todas cuantas molestias de este tipo siguen a
la embriaguez?. ¿Por qué motivo se produce esta situación, si no es porque la
vehemente fuerza del vino logra normalmente perturbar al alma aún introducida
en el cuerpo?
( Lucrecio en "La Naturaleza)
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