Recompensó
generosamente el mérito militar; hizo conceder los honores del triunfo a mas de
treinta generales, y las insignias triunfales a un mayor numero todavía. Para
acostumbrar mas pronto a los hijos de los senadores en el manejo de los
negocios públicos, permítales tomar la iniciativa al mismo tiempo que la toga
viril, y asistir desde aquel momento al Senado. Tras algún tiempo de servicio militar
los nombraba tribunos de legión y hasta comandantes de cuerpos de caballería;
para que nadie fuese ajeno a la vida de los campamentos, distribuya frecuentemente
entre dos senadores el mando de un ala del ejército. Hizo frecuentes revistas
de caballeros, restableciendo el uso, ya desde mucho abolido, de su solemne cabalgata.
Prohibió también que ningún acusador obligase a bajar a cualquiera de su
caballo, como sucedía antiguamente en medio de esta ceremonia. A los ancianos
mutilados autorizo a enviar su caballo en lugar suyo y a presentarse a
contestar a pie si se los citaba, incluso permitió a los caballeros de mas de
treinta y cinco años, devolver el caballo si no quería conservarlo.
(
Suetonio en "Los doce Césares" )
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