-¿Qué estamos esperando aquí, reunidos en el foro?
– A los bárbaros, que llegan
hoy.
-¿Y esta calma en el Senado?
¿Por qué están los senadores sentados, sin legislar?
¿Por qué están los senadores sentados, sin legislar?
– Porque hoy llegan los
bárbaros.
– ¿Qué leyes van a hacer los senadores?
– ¿Qué leyes van a hacer los senadores?
– Ya las promulgarán cuando
vengan los bárbaros
-¿Por qué el emperador se
levantó tan pronto esta mañana,
ha ceñido su corona y se ha sentado solemne en su trono, ante la puerta
mayor de la ciudad?
– Porque hoy llegan los bárbaros
y el emperador va a recibir
a su jefe. Incluso le ha preparado un pergamino en el que
ha escrito muchos nombres con sus nobles títulos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y todos los pretores
han salido hoy con sus togas rojas cargadas de brocados?
¿Por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos con brillantes y cristalinas esmeraldas?
¿Por qué empuñan sus preciosos bastones
de oro y plata, cincelados tan ricamente?
ha ceñido su corona y se ha sentado solemne en su trono, ante la puerta
mayor de la ciudad?
– Porque hoy llegan los bárbaros
y el emperador va a recibir
a su jefe. Incluso le ha preparado un pergamino en el que
ha escrito muchos nombres con sus nobles títulos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y todos los pretores
han salido hoy con sus togas rojas cargadas de brocados?
¿Por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos con brillantes y cristalinas esmeraldas?
¿Por qué empuñan sus preciosos bastones
de oro y plata, cincelados tan ricamente?
– Porque hoy llegan los
bárbaros,
y saben que todas estas cosas los deslumbran.
-¿Por qué los pretores más ilustres no vienen, como siempre,
a hablar y a decir sus discursos?
y saben que todas estas cosas los deslumbran.
-¿Por qué los pretores más ilustres no vienen, como siempre,
a hablar y a decir sus discursos?
– Porque hoy llegan los
bárbaros
y a ellos no les gusta la retórica ni las alocuciones.
-¿Por qué nos invade de pronto esta intranquilidad
y esta confusión? (¡Cuánta gravedad en los rostros!)
¿Por qué se han vaciado de repente las calles y las plazas
y todos vuelven cabizbajos a sus casas?
y a ellos no les gusta la retórica ni las alocuciones.
-¿Por qué nos invade de pronto esta intranquilidad
y esta confusión? (¡Cuánta gravedad en los rostros!)
¿Por qué se han vaciado de repente las calles y las plazas
y todos vuelven cabizbajos a sus casas?
– Porque ha caído la noche y
los bárbaros no han llegado;
algunos viajeros que han venido de la frontera
dicen que no han visto ninguno, que los bárbaros no existen.
algunos viajeros que han venido de la frontera
dicen que no han visto ninguno, que los bárbaros no existen.
– Y ahora, ¿qué será de
nosotros sin los bárbaros?
Esta gente era, al fin y al cabo, eran una solución.
Esta gente era, al fin y al cabo, eran una solución.
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