Herodiano (del griego Ἡρωδιανός [Hērodianós], HERODIANVS en latín) (ca. 178 - 252)1 fue
un funcionario romano de rango menor que escribió una Historia Romana en ocho
libros que cubre los años 180 a 238. Denostado durante décadas, modernamente ha
sido objeto de una revalorización, considerándosele totalmente fidedigno y
aupándole hasta alcanzar la categoría de Dion Casio. Originario quizá de
Bitinia o Pérgamo, parece que vivió durante un considerable período en Roma y
que ocupó algún cargo dentro de la burocracia imperial. Diversas teorías
apuntan a que escribió su historia hacia finales del reinado de Filipo el
Árabe, rondando la fecha de su muerte por ese período.
Sobre la vida de Herodiano se dispone de muy poca
información, siendo él mismo quien la suministra en su Historia con datos
escasos e imprecisos. Esta Historia abarca un período de 58 años (desde la
muerte de Marco Aurelio hasta la entronización de Gordiano III) y
refiere hechos que, o bien presenció el historiador, o bien participó
directamente en ellos, según él mismo cuenta. Así, si se acepta su testimonio,
se puede afirmar que Herodiano estuvo inter vivos entre los años 180-238. Dada
esta afirmación, muchos investigadores han pensado que su nacimiento tuvo que
ocurrir hacia el 170, lo que se sustenta en el hecho de que Herodiano debía de
haber tenido al menos diez años para recordar nítidamente los acontecimientos
del 180. Sin embargo, esta teoría ha sido abandonada actualmente por algunos
partidarios de no exagerar las palabras del historiador cuando afirma que fue
consciente de todo lo que cuenta, apoyándose en un claro argumento: se sabe que
Herodiano se encontraba en Roma durante los juegos que organizó el emperador Cómodo,y
se defiende que si asistió a estos juegos ya debía vestir la toga viril, pues
de lo contrario no hubiera podido presenciarlos. Si esto fuera cierto,
significaría que en el año 192 Herodiano tendría al menos 14 años, con lo que
su nacimiento no sería muy anterior al 178.
En lo relativo a la posición que ocupaba Herodiano en
la sociedad, también existen diversas hipótesis, aunque la más extendida es que
fuera un esclavo o liberto imperial. De nuevo, todos los argumentos se basan en
los datos que él mismo incluye en su obra. Así, en I.2.5 dice:
Yo he escrito una historia sobre los hechos
posteriores a la muerte de Marco que vi y escuché durante toda mi vida. Y en
algunos de ellos participé directamente en mis puestos de servicio imperial y
público. (HERODIANO, Historia del
Imperio romano después de Marco Aurelio, I.2.5.)
A raíz de esta declaración se han formulado numerosas
teorías sobre la carrera de Herodiano, desde que pudo ser un procurador
ecuestre o un senador, hasta un esclavo o liberto imperial. Los autores que
creen que pertenecería a la clase senatorial se basan en que Herodiano conocía
el senatus consultum tacitum por el cual el Senado nombró emperadores a Pupieno
y Balbino, y puesto que este tipo de resoluciones es secreta, el
historiador tenía que ser senador para conocerla. Sin embargo, hay quien ha
demostrado la inconsistencia de esta hipótesis, ya que, además de que había
filtraciones deliberadas de las reuniones del Senado, es improbable que el
secreto se mantuviera durante mucho tiempo. Además, si se comparan los
escritos de Dion Casio con los de Herodiano se observa que Dión tiene mucha más
experiencia en asuntos senatoriales, ya que él sí que era senador. Hoy en día
son muy pocos los que apoyan esta teoría.
Por otra parte, era muy común que los escritores, aun
no siendo senadores, contaran con el patronazgo de alguna familia senatorial. Es
posible que Herodiano fuera un procurador ecuestre. Así, el término
"público" de su cita se referiría al servicio como magistrado
municipal en una carrera que lo promocionaría a los puestos de administración
imperiales.
La última de las hipótesis propuestas, y la más
aceptada actualmente, es que Herodiano disfrutara de una posición social
humilde, ya que en sus escritos no deja constancia alguna de poseer experiencia
senatorial, jurídica o militar. Se afirma que pudo haber sido un liberto que
decidió convertirse en historiador, como Crisero, liberto de Marco
Aurelio que escribió una historia que terminaba precisamente en el año 180.
Se ha argumentado que el origen servil del historiador puede deducirse de su
propia obra:
Herodiano no tiene una visión política amplia y fija
su atención en las intrigas de palacio, típico de los historiadores libertos. Igualmente,
el conocimiento detallado de esas intrigas supone que era un liberto al
servicio del palacio imperial.
Cassola advirtió una "mentalidad fiscal"
propia de libertos en algunos pasajes de la Historia (I.14.2-3; VII.3.4-5;
VII.12.6), ya que éstos eran los encargados de las finanzas y de los negocios
en Roma.
Lo cierto es que dados los datos que se poseen, es
harto difícil llegar a conclusiones más precisas sobre la vida y posición
social de Herodiano.
Herodiano de Alejandría, gramático del siglo
II, quien viajó a Roma y se puso al servicio de Marco Aurelio. Se ha pretendido
ver en él al padre del historiador.
Un tal Aurelio Herodiano Ptolomeo es también
originario de Egipto, fue guardia pretoriano y murió en Roma (CIL VI 13126).
Tiberio Claudio Herodiano, senador y
gobernador de Sicilia por la misma época en que vivió el historiador. Actualmente
se ha descartado la hipótesis de que fuera pariente o incluso el mismo
historiador, dado que éste poseía un conocimiento limitado de Sicilia y es poco
probable que fuera senador.
En Coloe, Asia Menor, ha sido descubierta una
inscripción (IGRR IV 1613) que en el año 256 grabó Aurelio Herodiano en
la tumba de su familia. Debía de ser de edad avanzada, ya que tenía hijos y
nietos. Posiblemente tuviera la misma que el historiador, según afirman los
expertos. Esto ha dado pie a una hipótesis que afirma que este Aurelio
Herodiano podría ser el historiador si era un liberto de Marco Aurelio o de
Cómodo, como apuntan algunas teorías sobre su vida. La zona donde apareció
igualmente coincide con la hipótesis más verosímil sobre la patria de
Herodiano, la cual dice que el historiador podría ser originario del Ponto, de
la provincia de Asia o de Bitinia. Herodiano, cuando habla de los pueblos
orientales de allende el Tauro (sirios, judíos, etc.), no parece considerarse
parte de ellos, y es innegable el interés que muestra por Asia Menor. Su
conocimiento de aquella región es evidente en las descripciones detalladas que
sobre ella hace, citando, además, sus ciudades con mayor frecuencia en su
Historia que las ciudades de otras regiones.
Si bien la teoría que dice que Herodiano era
originario de Asia Menor es la más verosímil, existen otras que lo relacionan
con otras regiones, al igual que sucede con su nombre:
El historiador sería de Egipto, concretamente de
Alejandría. Pero el único argumento con el que cuentan los defensores de esta
hipótesis es la descripción de la matanza de alejandrinos ordenada por Caracalla,
viniéndose abajo cuando los detractores de la teoría observan ciertas
imprecisiones del historiador en la descripción de la ciudad.
Herodiano sería Sirio. Sus defensores argumentan que
Herodiano estaba mejor informado sobre Siria que sobre cualquier otro lugar, y
que Antioquía (a la cual considera la segunda ciudad del Imperio) fue el
escenario de muchos sucesos de la Historia. Sin embargo, se puede argumentar en
contra que el interés del historiador por Siria se debe únicamente al
importantísimo papel que tuvo en esa época. Además, se ha observado que no es
cierto que Herodiano conociera todo sobre la región, ya que hay errores en la
cronología y en la geografía de la campaña de Septimio Severo contra los
partos (años 197-198) y confunde regiones y reyes limítrofes, cosa difícil en
alguien oriundo de esa provincia.
Como sucede con su vida, el origen de Herodiano está
igualmente sujeta a discusiones e hipótesis más o menos aceptadas con las que
hay que conformarse hasta que aparezcan datos más concluyentes o
descubrimientos epigráficos.
La Historia del Imperio romano después de Marco
Aurelio de Herodiano es una colección de ocho libros que cubre el período desde
la muerte de Marco Aurelio en el año 180 d. C. hasta el comienzo del reinado de
Gordiano III en 238. Proporciona el relato de uno de los momentos políticamente
más conflictivos del Imperio romano. El primer libro describe el reinado de
Cómodo (años 180-192), el segundo analiza el año de los cinco emperadores
(193), el tercero abarca el reinado de Septimio Severo (194-211), el cuarto
analiza el reinado de Geta y Caracalla (211-217), el quinto versa sobre
el reinado de Heliogábalo (218-222), el sexto se ocupa del reinado de Alejandro
Severo (222-235), el séptimo narra el reinado de Maximino el Tracio 235-238,
y en el octavo y último se describe el año de los seis emperadores (238) y el
ascenso de Gordiano III.
La fecha de composición de la obra ha sido
ampliamente debatida, pero actualmente prevalece la teoría de que Herodiano la
escribió a finales del reinado de Filipo el Árabe o a comienzos del de Decio
(hacia el año 250) . Hay, además, una
serie de circunstancias que apoyan esta idea:
Existen paralelos en la Historia con la vida de
Filipo que se tratan favorablemente, con la intención, seguramente, de halagar
al emperador (por ejemplo, y a diferencia de Dión, trata favorablemente a Macrino,
quien ascendió al poder de una forma similar a como lo hizo Filipo).
Durante el reinado de Filipo hubo igualmente una
ocasión muy oportuna para que los escritores contaran con el apoyo imperial en
la publicación de sus obras: los Juegos Seculares del 248, donde se celebraba
el milenario de la fundación de Roma. El anuncio de los juegos en el 247,
cuando Filipo volvió de la campaña del Danubio, debió ser la causa por la que
Herodiano terminó precipitadamente su obra, según se vislumbra en el estilo
apresurado de los últimos libros frente a la elegancia retórica de los
primeros.
Además, frente a la teoría de que Herodiano compuso
la Historia durante el reinado de Gordiano III (totalmente desechada hoy) se ha
argumentado que debido a las críticas del historiador, la publicación de la
obra en ese período hubiera resultado peligrosa para él.
Lo más probable es que escribiera para un público
oriental, ya que a menudo explica las diferentes costumbres y creencias
romanas, ajenas a los orientales.
Herodiano ha sido elogiado y criticado a partes
iguales. La primera persona que se conoce que hizo una crítica de la Historia
de Herodiano fue el patriarca de Constantinopla, Focio, en el siglo IX. De
Herodiano escribió "que no exagera con la hipérbole ni omite nada
esencial. En definitiva, en todas las virtudes de la historiografía hay pocos
hombres que son sus superiores". Zósimo lo usó como fuente, al
igual que Juan de Antioquía, cuando escribió su Crónica. Siglos más
tarde, Altheim elogió la visión amplia de su época que tuvo Herodiano, y F. A.
Wolf le aclamó por no dejarse llevar por los prejuicios ni la superstición. Sin
embargo, no todos los juicios sobre Herodiano son positivos: por ejemplo, Wolf
también dijo que Herodiano tenía una deficiencia en la capacidad crítica, y si
bien los autores de la Historia Augusta se sirvieron de Herodiano como fuente,
también le censuraron por su parcialidad. Además, está constatado que
Herodiano no fue la principal fuente de Zósimo. Del mismo modo, parece que Zonaras
solo utilizó a Herodiano donde la historia de Dion Casio deja algo que desear.
Herodiano ha sido criticado por la falta de precisión
histórica, pero estudios recientes han tendido a revalorizarlo, a legitimar sus
comentarios históricos y a poner su Historia, incluso, al mismo nivel que la de
Dion pese a los errores que presenta: en el libro segundo, el historiador dice
que su intención era presentar "una narración por orden cronológico de las
acciones más sobresalientes y logradas" (II.15.7). Debido a esto, a veces
se cuentan un gran número de eventos en una sola referencia o dos. Por ejemplo,
todos los hechos de la campaña de Caracalla en el norte durante el 213 y 214 se
condensan en dos cortas alusiones. Del mismo modo, en una sola referencia suma
al invierno en Sirmium todas las batallas de Maximino en el Rin y el Danubio
desde 236 a 238. En ocasiones, Herodiano también se queda corto en sus
descripciones geográficas: confunde Arabia Escenita con Arabia Félix
(III.9.3-9) y afirma que en Issos tuvo lugar la batalla final entre Alejandro
Magno y Darío III. Pese a estos errores y omisiones, se le reconoce como un
historiador con un notable esfuerzo por ser objetivo y por ofrecer una visión
de los hechos que considera decisivos ordenada y clara. Hechos, por otra
parte, de los que ha sido testigo y de los que no quedarían apenas testimonios
de no ser por su Historia.
En lo que respecta a Dion Casio, tanto él como
Herodiano presentan muchos errores en sus historias. Dión es reconocido como el
experto cuando se trata del Senado; sin embargo, Herodiano aventaja a Dión en
su descripción de la reacción de la gente ante los acontecimientos que sucedían
en aquella época. El trabajo de Dión no es siempre el más exacto de los dos
(presentando una ligera tendencia a ensalzar a Septimio Severo) y se piensa que
no debe ser tratado como un texto de mayor categoría que el de Herodiano.
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