viernes, 30 de marzo de 2018

DISCURSO DEL PRETOR MANIO AQUILIO EN EL SENADO SOLICITANDO EL MANDO SUPREMO PARA CAYO MARIO EN ARAS DE HACER FRENTE A LA INVASIÓN GERMANA TRAS LA DERROTA ROMANA DE AURASIO



Publio Rutilio, Marco Emilio, padres conscriptos, coincido con el cónsul en que sólo hay un hombre con capacidad para sacarnos de apuros, y estoy de acuerdo en que ese hombre es Cayo Mario. Pero la solución que nuestro estimado cónsul propone no es la adecuada. No podemos restar posibilidades a Cayo Mario con un imperium proconsular limitado a la Galia Transalpina. En primer lugar, ¿qué sucederá si la guerra trasciende de la Galia Transalpina? ¿Qué sucederá si se extiende a la Galia itálica, a Hispania o a la propia Italia? ¡Pues que el mando pasaría automáticamente al gobernador correspondiente o al cónsul del año!.  Cayo Mario cuenta con muchos enemigos en esta cámara. Y yo, para empezar, no estoy muy seguro de que esos enemigos antepongan el interés de Roma a sus rencores. La negativa de Quinto Servilio Cepio a colaborar con Cneo Malio Máximo constituye inequívoco ejemplo de lo que sucede cuando un miembro de la antigua nobleza antepone su dignitas a la dignitas de Roma.

 

 Sí, príncipe del Senado, ya sé que me habéis dicho que Quinto Servilio mantuvo su dignitas idéntica a la de Roma. Hacéis muy bien en corregirme y os agradezco la rectificación. ¡La dignitas de Roma y la de Quinto Servilio Cepio son idénticas! Pero ¿por qué sostener que la dignitas de Cayo Mario sea inferior a la de Quinto Servilio Cepio? ¡Qué duda cabe de que la contribución personal de Cayo Mario es bastante alta, si no más alta, a pesar de que sus antepasados no tuvieran nada! ¡La carrera personal de Cayo Mario es ilustre! ¿Piensa, por ello, algún miembro de esta cámara que Cayo Mario anteponga Arpinum a Roma? ¿Cree seriamente algún miembro de esta cámara que Cayo Mario piensa en Arpinum como si no fuese una parte integrante de Roma? ¡Todos nosotros tenemos antepasados que fueron hombres nuevos! ¡Hasta Eneas, que llegó al Lacio desde la lejana Ilión! ¡El era un hombre nuevo! Cayo Mario ha sido pretor y cónsul, ennobleciéndose con ello, y sus descendientes serán nobles hasta el final de los tiempos.

 

Veo hoy aquí a varios padres conscriptos que llevan el nombre de Porcio Catón. Pues su abuelo era un hombre nuevo. Sin embargo, ¿no consideramos hoy a estos Porcios Catones pilares de esta cámara, nobles descendientes de un hombre que en su día causaba el mismo efecto en romanos con el nombre de Cornelio Escipión, del mismo modo que Cayo Mario lo causa hoy en otros con el nombre de Cecilio Metelo?

 

Es Cayo Mario y no otro quien debe ostentar el mando supremo contra los germanos ¡Independientemente de donde se plantee la guerra! Por consiguiente, no basta con investir a Cayo Mario con imperium proconsular limitado a la Galia Transalpina.

 

Como es evidente, Cayo Mario no se halla aquí para dar su opinión, y el tiempo corre como un corcel desbocado. Cayo Mario debe ser cónsul. Es el único modo de concederle el poder que va a necesitar. ¡Hay que hacerle candidato a las próximas elecciones consulares... candidato in absentia!

 

¿Puede alguien aquí negar que los hombres de las centurias son lo mejor del pueblo?.  Pues yo os digo, ¡dejad que decidan los hombres de las centurias! ¡Que elijan cónsul a Cayo Mario in absentia o que no lo elijan!.  Porque la decisión de conceder el mando supremo es de suma responsabilidad para que la adopte esta cámara. Y también lo es para la Asamblea de la plebe o para todo el pueblo. ¡Yo os digo, padres conscriptos, que la decisión de otorgar el mando supremo en la guerra contra los germanos debe trasladarse a esa capa del pueblo romano que más cuenta, los ciudadanos de primera y segunda clase que voten en su propia asamblea comitia centuriata!. Gracias.



No hay comentarios:

Publicar un comentario