Siempre se había dicho que todas
las Julias que nacían eran un tesoro por tener el peculiar
y afortunado don de hacer felices a sus maridos, y así todas ya estaban
predispuestas siempre a seguir y cumplir con la tradición familiar siendo
entregadas a los mejores candidatos fueran patricios o plebeyos, pero que
fueran lo suficientes ricos para que pudieran ascender los peldaños del cursus
honorum, la escala honorífica que llevaba al pretorado y al consulado, porque
solo con dinero era posible una buena carrera política, y para poder estar en
el Senado como mínimo se exigía que cada familia tuviera como mínimo 500
yugadas de tierra (equivalente a unas 125 hectáreas, o sea a unos 1.250.000
metros cuadrados), que eso equivale a una extensión como casi tres veces la
superficie del actual Estado del Vaticano.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
domingo, 16 de abril de 2017
TRADICIÓN FAMILIAR DE LAS MUJERES DE LA CASA CÉSAR, Y EXIGENCIA MÍNIMA DE TIERRA PARA TENER ESCAÑO EN EL SENADO ROMANO
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