En la
Antigua Roma el linaje y la sangre era algo muy importante. No importaba que un
plebeyo pudiese comprar y vender a medio Senado; como importaba mucho que en el
campo de batalla un plebeyo fuese mejor general que la mitad de los senadores.
Lo que contaba era la sangre.. Por eso cuando un plebeyo riquísimo deseaba
ascender en la escala social, se procuraba emparentar con alguna antiquísima y
prestigiosa familia patricia.
Ese
fue, por ejemplo, el caso del plebeyo Cayo Mario, cuando se casó con Julia de
los Césares ( tía del famoso Cayo Julio César), aportando una suma muy
sustanciosa como dote para la familia de su esposa. Esto venía muy bien para sacar de apuros a las familias patricias y con el dinero conseguir aportar miembros de su estirpe para el Senado, ya que se requería un mínimo de nivel de riqueza para formar parte de la institución.
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