Elio Donato (latín:Aelius Donatus) fue un gran
gramático en lengua latina del siglo IV. Fue, sin duda, el gramático más
influyente de su época (como señala el título de clarissimus que le fue
otorgado), si bien de su vida no se conoce mucho. Probablemente es de origen
africano, enseñó también retórica y tuvo entre sus alumnos a Jerónimo de
Estridón y Tirannio Rufino.
Bajo el nombre de Donato nos llegaron obras gramaticales
y exegéticas.
Pertenecen al primer grupo Ars grammatica, tan
renombrada en la antigüedad que suscita el interés de comentarios posteriores
como Marco Servio Honorato, Cledonio y Pompeo Mauro.
La primera parte, más breve y simple, está dedicada a
aquéllos que comienzan los estudios gramaticales; estructurada con un modelo de
preguntas y respuestas, trataba de las ocho partes del discurso. La segunda
parte, dividida en tres libros, trataba de fonética, métrica y estilística.
Normalmente estas dos secciones están identificadas
como Ars minor y Ars maior y seguidamente son consideradas dos obras separadas.
Tal separación es consecuencia del progresivo abandono de la primera parte más
simple a favor de la segunda más completa, iniciado en la época antigua (con
Pompeo) y consagrado posteriormente en época medieval. El 'ars minor
permaneció, de cualquier forma, hasta el Renacimiento como texto útil para
iniciar el estudio del latín.
Entre las obras exegéticas se recuerda el comentario
sobre las comedias de Terencio, incompleto, pues no nos llegó la parte
relativa al Heautontimoroumenos.
La obra se abre con una biografía del poeta, trata
del De viris illustribus de Suetonio, pero ampliada por el mismo Elio
Donato; sigue una introducción al género literario de la comedia; luego un
comentario sobre cada una de las comedias de Terencio, cada una introducida con
observaciones sobre la estructura, la historia, los personajes y el nudo.
Sobre el origen de tales comentarios los estudiosos
no tienen certidumbre. El extremo desorden de las noticias en él contenidas, de
hecho, ha dado de qué pensar, inicialmente en las relativas interpolaciones del
texto (Lessing). Posteriormente, se reconocieron dos tendencias interpretativas
diferentes entre sí, se ha elaborado la hipótesis de que el texto que nos ha
llegado fuese una unión de dos comentarios diferentes, uno en forma de glosa,
ambos de Donato, que después fueron reunidos (Sabbadini, Wessner).
El comentario a Virgilio, realizado con
certeza antes del 363, nos llegó desafortunadamente mutilado: permanecen
solamente la carta de dedicatoria a su patrón L. Munatius; la biografía del
poeta; la introducción a las Bucólicas (§ 47-69) y el inicio de su explicación
(§ 70-72).
En la Carta Donato expone el método filológico
seguido por él. Sus fundamentos están constituidos por la entera de la
brevitas, con una continua referencia a sus fuentes, sin excluir algunas
intervenciones personales.
La Vida es en cambio extraída de Suetonio, de
la Vita Vergili parte del De poetis, sección del De viris illustribus, que se
perdió en algún momento de la época.
La introducción (la Praefatio) a las Bucólicas está
constituida por una primera parte sobre el autor y el título de la obra, el
género literario, los motivos que indujeron a Virgilio a escribir la obra y su
significado. La segunda parte, en cambio, ofrece un comentario específico de la
obra, concentrándose en los aspectos estéticos y métricos o en la exegesis
textual.
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