Alcifrón
(griego antiguo Ἀλκίφρων Alkíphrôn) fue un escritor griego del siglo II contemporáneo de Luciano,
el más famoso epistológrafo ateniense de su época, perteneciente a la Segunda
sofística.
Se
conservan ciento dieciocho de sus cartas escritas en lengua ática con un
elegante estilo arcaizante y recopiladas en cuatro libros:
Cartas
de pescadores.
Cartas
de labradores.
Cartas
de parásitos.
Cartas
de cortesanas.
De
Alcifrón no se conoce más que el nombre. Desde antiguo se le ha supuesto contemporáneo
de Luciano, con el que comparte ciertas características de estilo. Sus cartas
evocan un ambiente semejante al de ciertos diálogos, como los Diálogos de las
cortesanas de Luciano, las cartas de conversaciones de Alcifrón evocan
conversaciones, chismorreos, y coqueterías de la amable Atenas de Menandro.
También se han visto entre uno y otro ciertos ecos de concomitancias. Aticismo,
gracejo, frescura y un afectado realismo, mímesis de tipos y caracteres, un
tanto de sainete, un ligero preciosismo, buen gusto y pequeños detalles muy
bien dibujados, tales son las marcas de este retratista de una curiosa
sociedad, vista en estos breves cuadros a la manera de breves mimos
costumbristas. Los pescadores y los campesinos pertenecen a un ámbito que
estaba de moda recrear con un fingido naturalismo; las cortesanas y los
parásitos son gente ociosa y marginal de la sociedad ciudadana. Con sus
maliciosas anécdotas y sus menudas peripecias, trazan un polícromo cuadro de
costumbres, con la refinada artesanía helenística que caracteriza a este
escritor. Forma un tanto artificial la de la carta para estos rápidos
bosquejos, pero adecuada para rehuir la solemnidad y el envaramiento, y para
dar una sensación de vivaz costumbrismo. Algunas de sus cartas, como la de
Lamia a Demetrio, son consideradas como modelos del género epistolar.
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