Onesicrito (Ὀνησίκριτος, Astipalea, 360 a. C. - 290 a. C.) fue un escritor
griego histórico y filósofo cínico discípulo de Diógenes de Sínope. Onesícrito
acompañó a Alejandro en sus campañas de Asia, y se convirtió en piloto
principal de la flota. Cuando regresó a casa, escribió una historia sobre las
campañas de Alejandro.
Onesícrito es citado con frecuencia por autores
posteriores, que también le critican sus imprecisiones.
Onesícrito era nativo de la isla de Astipalea, y fue
probablemente a este origen isleño que debió las habilidades náuticas que le
resultarían tan ventajosas. Fue discípulo de Diógenes de Sínope, filósofo de la
escuela cínica. Diógenes Laercio también se refiere a él como "Onesícrito
de Egina", y dice que acudió a Atenas porque sus dos hijos ya adultos, Andréstenes
y Filisco, se vieron atraídos por la filosofía del cínico Diógenes, razón por
la cual Onesícrito también se convirtió en un ardiente discípulo. De ser así,
debió haber avanzado ya en años cuando se unió a la expedición de Alejandro.
No tenemos en cuenta las circunstancias que lo
llevaron a acompañar a Alejandro en Asia, ni en qué capacidad asistió al
conquistador; pero durante la expedición a la India fue enviado por el rey para
celebrar una conferencia con los filósofos indios o gimnosofistas, cuyos
detalles nos han sido transmitidos por su propio relato de la entrevista. Fue
Onesícrito, a quien en primer lugar envió Alejandro para convocar a Dandamis a
su corte. Cuando más tarde Onesícrito regresó con las manos vacías con la
respuesta de Dandamis, el rey fue al bosque a visitar a Dandamis. Cuando
Alejandro construyó su flota en el Hidaspes, nombró a Onesícrito en el
importante puesto de piloto del barco real, o piloto en jefe de la flota (en
griego, ἀρχικυϐερνήτης). Onesícrito
mantuvo este cargo no solo durante el descenso del Indo, sino que también a lo
largo del largo y peligroso viaje desde el río al golfo Pérsico.
Alejandro
estaba tan satisfecho con su trabajo que, a su llegada a Susa, Onesícrito fue
recompensado con una corona de oro, al igual que Nearco. De todos modos, Flavio
Arriano lo culpa de falta de juicio, e incluso en una ocasión expresamente
atribuye la seguridad de la flota en la firmeza de Nearco al eludir sus
consejos. Se desconoce su destino de ahí en más; pero de acuerdo a una anécdota
relatada por Plutarco, pareciera ser probable que se uniera al sucesor de
Alejandro, Lisímaco de Tracia, y fue quizás en la corte de ese monarca que
compuso su obra histórica, aunque, por otro lado, un pasaje de Luciano de
Samósata podría sugerir que esto ocurrió durante la propia vida de Alejandro.
Sabemos por Diógenes Laercio que Onesícrito escribió
un texto sobre Alejandro llamado «Cómo fue educado Alejandro» (en griego, Πῶς Ἀλέξανδρος Ἤχθη), imitando el estilo de Jenofonte.
Es más frecuentemente citado con respecto a las campañas de Alejandro en Asia,
y por las descripciones de los países que con él visitó. Aunque fue testigo
ocular de mucho de lo que él describió, parece que entrelazó su narración con
muchas fábulas y falsedades, de modo que cayó temprano en el descrédito como
una autoridad histórica. Estrabón es especialmente severo con él. Plutarco lo
cita como uno de los que relataron la fábula de la visita de las amazonas a
Alejandro, por lo que fue ridiculizado por Lisímaco, y Arriano lo acusa de
falsamente representarse a sí mismo como comandante de la flota, cuando en
realidad él solo habría sido el piloto.
Aulo Gelio incluso lo asocia con Aristeas
de Proconeso, y a otros escritores de historias consideradas fabulosas. Aunque
algunas de las declaraciones citadas de él son ciertamente exageraciones
gruesas, su obra parece haber contenido información muy valiosa sobre países
remotos por primera vez conocidos a propósito de la expedición de Alejandro. En
particular, habría sido el primer autor en mencionar la existencia de la isla
de Taprobana, conocida en la actualidad como Sri Lanka.
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