Se excava en círculo alrededor de la planta, de forma que
sólo quede dentro de la tierra una parte muy pequeña de la raíz. Después se le
ata un perro, y cuando éste se lanza para perseguir a la persona que lo ha
amarrado, la arranca fácilmente. El perro muere inmediatamente, como victima,
en lugar de aquel que iba a cortar la planta. Así, los que la cogen después no
tienen ya nada que temer. A pesar de tantos peligros, esta planta es muy
buscada por su única cualidad: con sólo acercarla enseguida expulsa de los
enfermos los llamados demonios, es decir, los espíritus de los hombres malvados
que se introducen en los vivos y los matan, si no se los ayuda.
( Flavio Josefo en "Guerra de los judíos")
No hay comentarios:
Publicar un comentario