Están, pues, salvando su propia vida, cuando por un hombre van diez legiones al combate y corren a las primeras líneas y oponen sus pechos a las heridas para que no caigan las banderas de su soberano. Porque éste es el vínculo por el que permanece unida la República, el aliento vital que respiran tantos miles, que no serían los mismos más que carga y botín, si se les sustrajera la mente que los gobierna. Salvo el rey, todos tienen una mente; muerto, rompen los pactos. (Virgilio Geórgicas,IV,212). Esta calamidad sería la destrucción de la paz romana, convertiría en ruinas la fortuna de un gran pueblo; estará lejos de este peligro ese pueblo tanto tiempo cuando sepa llevar los frenos, pero si alguna vez los rompe o por algún azar se relajan, no consentirá que se los vuelvan a poner; esta unidad y esta ensambladura de tan gran imperio saltaría en mil pedazos y esta unidad dejaría de dominar tan pronto como dejara de obedecer. Por eso no es de maravillar que los príncipes y los reyes y los que con cualquier nombre son defensores del Estado sean amados más que se ama a los amigos privados, pues si para los hombres cuerdos los intereses públicos están sobre los privados; es lógico que sea también más querido aquel en quien se ha transformado la República. Porque ya desde muy antiguo se identificó tanto el César con la República que no pueden separarse el uno de la otra sin que ambos perezcan; porque el César tiene necesidad de fuerza, y la República de cabeza.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
domingo, 15 de mayo de 2022
SÉNECA DICE SOBRE LA UNIDAD DE LAS LEGIONES
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