Fue un general romano, hijo adoptivo del general del mismo nombre que fue siete veces Cónsul de Roma. Nació en -109 a.C., y murió en -82 a.C.
Después del triunfo de Sila, en el año -88, vióse precisado a huir de Roma y buscó hospitalidad en la corte del rey de Numidia, en donde pudo hacerse con algunos recursos mediante los cuales pasó luego a reunirse con su padre adoptivo.
Después de la muerte de éste, tomó la dirección del partido democrático, fue elegido cónsul con Papirio Carbón, en el año -82, y se dirigió contra Sila.
Encontrándose los ejércitos en Sacriporto, pero, debido a la deserción de algunas tropas de Mario, obtuvo Sila la Victoria, de la que abusó, haciendo degollar a todos los prisioneros.
Para vengar Mario tamaña crueldad, pagó a unos asesinos que se lanzaron sobre la Curia, en donde se hallaban reunidos los senadores romanos, y les pidieron muerte.
Después de su derrota, huyó Mario a Preneste; pero, cercada la población, y viéndose perdido, buscó la muerte en singular combate con su amigo Telesino, conviniendo ambos en matarse mutuamente, aunque, según algunos autores, fue el propio Sila quien le obligó a suicidarse. Tomado Preneste, ordenó el vencedor una enorme mortandad entre sus habitantes, y todos los partidarios de Mario fueron exterminados.
Atrás quedaron las proféticas palabras que le dirigió su madre Julia de los Césares, antes de que presentara su candidatura al consulado para enfrentarse contra el partido de los optimates de quien formaba parte Sila.
He aquí las palabras que le dirigió su madre con lágrimas rogándole que no se presentara ante los enfrentamientos de las distintas fracciones senatoriales, y de las cuales el hijo no hizo caso:
“Ser cónsul significa aceptar la responsabilidad suprema. Estarás al mando de los ejércitos de Roma . Serás la causa máxima de preocupación de Sila, y es un hombre terrible. Yo no le conozco, no tan bien como tu tía Aurelia Cotta, Cayo, pero si lo sabes, bastante. Incluso hubo una época en que le estimaba, cuando cuidaba de tu padre, no sé si lo sabes... Sila se esforzaba por limar todos los inconvenientes que constantemente rodeaban a tu padre. Era un hombre más paciente y perspicaz que tu padre, y hombre de honor al mismo tiempo. Pero tu padre y Lucio Cornelio tenían en común un rasgo muy importante: cuando todo falla, desde la constitución hasta el apoyo popular, son o eran capaces de pasar por encima de todo para lograr sus propósitos. Por eso los dos marcharon sobre Roma, y por eso Lucio Cornelio volverá a hacerlo si Roma adopta la decisión de elegirte cónsul. El simple hecho de tu elección le hará ver que Roma se propone luchar contra él hasta las últimas consecuencias, y que no puede haber solución pacífica. Por Sila es por lo que quiero que cambies de idea, querido Cayo. Si tuvieses su experiencia, no digo que no pudieras vencer. Pero no es así y te derrotará. Y yo perderé a mi único hijo”.
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