Teutobod
(o Theudobod) fue un rey de los teutones, una tribu germánica que junto a los
cimbros invadió la República romana en la Guerra cimbria, obteniendo una
espectacular victoria en la batalla de Arausio en 105 a. C. Fue capturado en la batalla de Aquae Sextiae.
Al
final del siglo II a. C., junto con sus vecinos, aliados y posibles parientes,
los cimbros, los teutones migraron de su país original en la Escandinavia
meridional y la península de Jutlandia, hacia el sur por el valle del Danubio,
la Galia meridional y la Italia septentrional. Cuando comenzaron a internarse
en las tierras de Roma (Julio César, en su De bello Gallico, informa que los
boyos fueron los que atacaron Nórico), el inevitable conflicto que surgió se
llamó Guerra cimbria. Los cimbros (bajo su rey Boiorix) y los teutones ganaron
las batallas del principio de la guerra, derrotando a tribus aliadas con los
romanos y destruyendo a un gran ejército romano en la batalla de Arausio en 105
a. C. Pero Roma se reorganizó y reagrupó bajo el cónsul Cayo Mario. En 104 a.
C., los cimbros dejaron el valle del Ródano para saquear Hispania, mientras que
los teutones permanecieron en la Galia, fuertes todavía pero no lo
suficientemente poderosos para marchar sobre Roma por su cuenta. Esto dio
tiempo a Mario para construir un nuevo ejército y en 102 a. C. avanzó contra
los teutones.
En la batalla de Aquae Sextiae, los teutones
fueron virtualmente aniquilados y Teutobod con ellos, según consta 20 000 de
los suyos fueron capturados. Después de esto, él y su tribu abandonaron la
historia. Es muy probable que él fuera enviado a Roma para una procesión
triunfal para celebrar su derrota, y entonces fuera ejecutado ritualmente
después. En los años siguientes, los cimbros sufrirían un destino similar en la
batalla de Vercelas, donde sus caudillos Caesorix y Claodicus fueron
capturados, y Boiorix y Lugius asesinados.
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