martes, 16 de mayo de 2017

LECTORES CÉLEBRES DE ACCIÓN


Pompeyo nunca entró en batalla sin previamente leer el Canto XI de la Ilíada, pues era un gran admirador de Agamenón, cuyas hazañas más heroicas se recogen precisamente en ese libro.

Y Cicerón iba en su litera leyendo la Medea de Eurípides cuando sus asesinos le cortaron la cabeza.

( Ptolomeo Queno, citado por Focio en su "Biblioteca" )







No hay comentarios:

Publicar un comentario