miércoles, 29 de abril de 2015

LA EDUCACIÓN EN LA ANTIGUA ROMA



En la Roma austera de los primeros tiempos eran los padres los encargados de la educación de sus hijos. La madre les enseñaba a leer, a hacer cuentas y las leyendas de dioses y héroes. El padre guiaba sus primeros pasos, orientaba su despertar a la vida, los educaba en los deberes cívicos, vigilaba sus palabras y acciones y evitaba el trato con esclavos. De este modo aseguraba la continuidad espiritual de la raza romana.



El engrandecimiento de Roma y el contacto cultural con Grecia hizo que la educación fuese cada vez más compleja. Por ello, la mayoría confiaba sus hijo a un maestro (magister), generalmente griego, o los enviaba a un escuela (schola, ludus, ludus litterarius) acompañados por un esclavo de confianza (paedagogus) que les llevaba el material escolar.



La enseñanza comprendía varios grados. En el primero, bajo la dirección del magister ludi, litterator, calculator y demás maestros elementales, el niño aprendía a leer, escribir y hacer operaciones aritméticas. La lección se daba en una habitación alquilada (taberna, pergula) y a veces en el aire libre o bajo un pórtico de columnas, en medio de un jardín. El maestro se sentaba en una silla con respaldo (cathedra) o si él (sella), los discípulos, en banquetas (subsellium). 



El material escolar era sencillo: se escribía sobre tablillas recubertas de cera (tabellae, tabulae, cerae) con un punzón (stilus), que tenía en el extremo opuesto una espátula para borrar lo escrito y allanar de nueno la cera (stilum vertere: corregir). Se juntaban varias tabletas mediante un cordón pasado por orificios practicados en el borde (cerae duplices, triplices, etc). El conjunto de varias tabletas se llamaba
codex. Cuando escribían en ellas cartas (epistula, litterae), las ataban con un cordón (linum) y les ponían un sello (signum) con el anillo (anulus).




El sistema educativo se basaba generalmente en el lema "la letra con sangre entra". El maestro usaba con frecuencia la palmeta (ferula) y era el ejecutor de los castigos corporales, incluso por faltas cometidas fuera de la escuela.



Terminados los estudios elementales, comenzaba la enseñanza que pudiera llamarse media, en casa, con un profesor griego o en una escuela pública. Con el grammaticus aprendían la lengua y literatura de Grecia y Roma y nociones de Historia, Geografía, Física, etc. Con el rhetor aprendían elocuencia y se preparaban
para la vida pública.




 Sus ejercitaciones eran las suasoriae, o monólogos, en los que personajes famosos de la Historia o de la Mitología sopesaban el pro y el contra antes de tomar una decisión, y las controverisae, discusiones entre dos escolares que defendían puntos de vista opuestos sobre los temas más variados.





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