jueves, 30 de abril de 2015

EL EMPERADOR CÓMODO SE QUEJA ANTE SU HERMANA LUCILA, DE QUE EL FAVORITO DE SU PADRE, EL GENERAL DE LAS LEGIONES HISPANAS MÁXIMO DÉCIMO MERIDIO, HAYA LOGRADO SOBREVIVIR


- ¿Por qué sigue vivo?

 

- No lo sé

 

- No debería estar vivo.

 

-Eso me molesta.

 

- Me saca de quicio.

 

- Hice lo que tenía que hacer.

 

- Si nuestro padre se hubiera salido con la suya, el Imperio estaría desmenbrado.

 

- Te das cuenta.

 

- Sí.

 

- ¿Qué sentiste al verlo?

 

- No sentí nada.

 

-Te hizo mucho daño, ¿verdad?

 

- No más del que yo le hice a él.

 

- Me mintieron en la Germania.

 

- Me dijeron que estaba muerto.

 

- Si me mienten, no me respetan.

 

-Si no me respetan, ¿cómo pueden quererme?

 

- Entonces debes anunciar a las legiones que su traición no quedará impune.

 

- Pobre hermana. No quisiera ser tu enemigo.

 


- ¿Qué vas a hacer?


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