… debe haber civismo durante la
audiencia, clemencia al decidir un caso y cuidadoso discernimiento en el
satisfactorio arreglo de las disputas. Fue actuando así como Cayo Octavio se
convirtió recientemente en muy popular; fue en su tribunal, por primera vez,
donde el lictor no montó escándalos y el accensus (otro de los magistrados
presentes) contuvo su lengua, al tiempo que todos hablaban tan a menudo como
querían y durante tanto tiempo como querían. Es posible que al hacerlo así le
diera a alguno la impresión de ser demasiado moderado, de no haber sido porque
esa misma moderación la que contrarrestó un momento de severidad como el
siguiente: algunos «hombres de Sila» fueron obligados a devolver lo que se
habían llevado mediante violencia e intimidación, y aquellos que, una vez en el
cargo, habían aprobado decretos injustos, fueron ellos mismos, al ser
ciudadanos privados, obligados a inclinarse ante estas mismas sentencias. Esta
severidad, por su parte, podría parecer una píldora amarga que tragar, de no
haber estado recubierta por la miel de mucha amabilidad.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
domingo, 8 de septiembre de 2019
CICERÓN DICE SOBRE EL PRETOR OCTAVIO TOURINO (FUTURO CÉSAR OCTAVIO )
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