Pongo
por testigos a Zeus y a todos los dioses protectores de las ciudades y nuestra
familia, de mis intenciones y de mi lealtad a Constancio, de que me porté con
él como a mí me hubiera gustado que mi hijo se comportase conmigo.
[…]
¿Acaso
no me insulta y se burla de mi locura por haberme puesto así al servicio del
asesino de mi padre, de mis hermanos, de mis primos y, por así decirlo, del
verdugo de toda nuestra casa y familia común?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario