sábado, 21 de octubre de 2017

SAN JERÓNIMO DICE SOBRE LAS INVASIONES BÁRBARAS


(...)  Los bárbaros se derraman furiosos —… y el azote de la peste no causa menos estragos, el tiránico exactor roba y el soldado saquea las riquezas y las vituallas escondidas en las ciudades; reina un hambre espantosa […], exacerbadas en todo el orbe las cuatro plagas: el hierro, el hambre, la peste y las fieras, cúmplense las predicciones que hizo el Señor por boca de sus profetas. Asoladas las provincias […], los bárbaros se reparten a suertes las regiones de las provincias para establecerse en ellas.

 

(...)  Bandas innumerables y muy feroces han ocupado las Galias. Todo lo comprendido entre los Alpes y los Pirineos, entre el océano y el Rin, está devastado por los cuados, los vándalos, los sármatas, los alanos, los gépidos, los hérulos, los sajones, los burgundios, los alamanes y los panonios. “Asur ha venido con ellos” (Sal. 82, 9). Han saqueado la ilustre Maguncia y han asesinado a miles de personas en su iglesia. La misma suerte han sufrido Worms, Reims, Amiens, Arras… Aquitania está arrasada, Hispania tiembla viendo a la muerte abatirse sobre ella. En fin, no cuento más para que no parezca que desespero de la misericordia divina…»





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