lunes, 12 de agosto de 2019

LA FLOTA DE MARCO ANTONIO CONTRA OCTAVIO PREVIA A LA BATALLA DE ACCIO


Aunque se habían quedado varios centenares de galeras para vigilar Modona, Corcira y otras islas estratégicas, la flota principal sumaba cuatrocientos ochenta quinquerremes de los más enormes jamás construidos. Estas embarcaciones tenían ocho hombres por remo en tres bancadas, estaban completamente cubiertas y tenían espolones de bronce rodeados con vigas de roble; sus cascos estaban reforzados con cinchas de trozos de madera cuadradas reforzadas con hierro para que sirviesen como parachoques en el caso de que recibiesen un golpe de espolón. Medían sesenta y un metros de eslora y quince metros de manga, sobresalían diez metros por encima del agua en el centro y siete metros y medio en la proa y en la popa. Cada una tenía cuatrocientos ochenta remeros y ciento cincuenta marineros, y estaban pertrechadas con altas torres que llevaban piezas de artillería. Todo esto las hacía inexpugnables; sin embargo, se movían a la velocidad de un caracol, por lo que eran poco recomendables en ataque. La nave insignia de Antonio, la Antonia, era todavía más grande. Sesenta de las naves de Cleopatra eran de este tamaño y diseño, pero las restantes eran amplias trirremes con cuatro hombres por remo en tres bancadas, y podían moverse a gran velocidad, sobre todo cuando navegaban a vela, ayudadas por los remos. Su nave insignia, Cesarión, aunque muy bien pintada y adornada, era rápida y estaba diseñada más para la huida que para la lucha.
























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