Las guerras las decide el valor
más que el número. Nuestra fuerza no es miserable. En total nos hemos reunido
dos mil aquí, y hemos establecido en este lugar desierto nuestra base de operaciones,
desde la que nos lanzaremos contra el enemigo atacándole en pequeños grupos y
tendiéndole emboscadas… Que nuestro lema en la batalla sean nuestros hijos y
todo lo que nos es más querido, y para preservarlo, luchemos juntos en el
combate, invocando a los dioses para que nos protejan y nos ayuden.
( Versión del historiador DEXIPO del discurso político que pronunció
ante los atenienses tras la caída de su ciudad a manos de asaltantes en
267-268).
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