Nunca ha habido tantos
movimientos sísmicos y pestes ni, finalmente, vidas de tiranos y emperadores
tan increíbles, que antes eran raras o ni siquiera se recordaban. De éstos unos
mantuvieron su autoridad durante bastante tiempo mientras que para otros el
poder fue pasajero; algunos yendo sólo en pos del título y de la gloria efímera
rápidamente fueron derrocados. Durante un periodo de sesenta años, el Imperio
romano estuvo en manos de más señores de los que el tiempo exigía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario