Cneo Malio Máximo (en latín, Cnaeus Mallius Maximus)
fue un político y militar de la República Romana.
Malio Máximo era un Homo novus, es decir, un hombre
procedente de la nobleza rural más que de la aristocracia romana. Cneo Malio se
concedió a sí mismo el cognomen de Máximo, lo que era una auténtica provocación
para la clase aristocrática romana. A pesar de su condición de hombre nuevo,
Malio Máximo fue elegido cónsul en el 105 a. C. junto con Publio Rutilio
Rufo, venciendo en las elecciones a Quinto Lutacio Cátulo. Cicerón
representa a Malio como un completo inútil. Se le otorgó la provincia de la
Galia Transalpina.
Cuando Malio llegó a su provincia, se encontró con
una falta de cooperación total por parte del cónsul del año anterior, Quinto
Servilio Cepión. Cepión no cooperaba con Malio al considerarle un
arribista, algo totalmente inaceptable para el aristócrata, y se negó a cederle
el mando de sus tropas. Por ello cuando llegaron los cimbrios, se encontraron
con dos ejércitos desunidos bajo las órdenes de dos generales totalmente
ineptos militarmente. La batalla librada el 6 de octubre de 105 a. C. y que posteriormente
se conocería como Batalla de Arausio se convirtió no solo en una derrota, sino
en una derrota tan contundente para los romanos que pocos supervivientes
escaparon. Malio Máximo perdió a sus hijos en la batalla y cuando llegó a Roma
fue juzgado y condenado bajo los cargos de "pérdida de su ejército".
Fue defendido por Marco Antonio el Orador.
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