viernes, 10 de noviembre de 2017

CRIANZA Y EDUCACIÓN DE UN JOVENCÍSIMO CAYO JULIO CÉSAR


 

Después de una infancia que suponemos feliz y libre de cuidados, nuestro joven César encañó en un adolescente espigado y rubiasco, despabilado y simpático, con la cara llena de granos, y una libido quizá algo excesiva. Tenía quince años cuando quedó huérfano de padre. El noble Cayo falleció de repente, fulminado por un infarto cuando estaba atándose un zapato. El muchacho había quedado huérfano en muy mala edad pero la prudente Aurelia, matrona romana de las antiguas, discreta, voluntariosa e inteligente, supo hacer de padre y de madre para dar a su hijos (César tenía una hermana) la esmerada educación que los nobles vástagos requerían. 
AURELIA COTTA ( MADRE DE CAYO JULIO CÉSAR )
SEGÚN UN DIBUJO DE COLLEEN McCULLOUGH

César recibió una sólida formación griega y latina con los mejores profesores y completó sus estudios en el extranjero, en Rodas y Atenas, que eran las ciudades universitarias más prestigiosas de su tiempo. Mientras aprendía argucias retóricas y se ensayaba en el espléndido estilo literario que admiramos en sus obras, se ejercitaba al aire libre y adquiría la forma física que en su madurez le permitiría compartir, sin esfuerzo aparente, las marchas y privaciones de sus soldados.

( Juan Eslava Galán en "Julio César, el hombre que pudo reinar")



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