La humildad es lo que más se acerca a la ley moral; la sencillez de
carácter está próxima a la verdadera hombría, y la lealtad se halla próxima
también; y la lealtad se halla próxima a la sinceridad de corazón. Si un hombre
cultiva cuidadosamente esto en su conducta, puede cometer yerros, pero no se
halla lejos del modelo de la verdadera hombría. Porque con la humildad o una
actitud piadosa, un hombre pocas veces comete errores; con sinceridad de
corazón, se transforma en una persona en la que se puede confiar; y con la
sencillez de carácter, es usualmente generoso. Pocas veces cometeréis errores
si partís de estos puntos.
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