miércoles, 8 de febrero de 2023

ORÁCULOS SIBILINOS

Los oráculos sibilinos son una colección de 15 libros que pretenden poner en la boca de la Sibila, importante adivina o profetisa de la antigüedad, una serie de profecías intencionadas. Recogen textos desde el siglo II a. C. hasta el siglo V d. C., y posiblemente fueron confeccionados por judíos helenísticos y cristianos. Se caracterizan por utilizar un personaje importante de la religión pagana Sibila para atacar el propio paganismo y anunciar su fin. Existe la teoría de que Virgilio tuvo acceso a dichos libros. De esta manera se apoya la hipótesis de que la celebración del nacimiento del nuevo niño (Bucólicas, Égloga IV) se identifica con la llegada de Jesucristo. No confundir con los oráculos de la Sibila de Cumas, recogidos en sus libros sibilinos. Esta los habría vendido a Tarquinio el Soberbio y se conservaron en el Capitolio hasta el 83 a. C., en que se incendió el templo de Júpiter. Después del incendio, fueron reemplazados por otros provenientes de Jonia y Eritras.

La sibila de Cumas se presentó en cierta ocasión ante el mítico rey romano Lucio Tarquinio, apodado "el Soberbio", como una mujer muy anciana y le ofreció nueve libros proféticos a un precio extremadamente alto. Tarquinio se negó pensando en conseguirlos más baratos y entonces la sibila destruyó tres de los libros. A continuación le ofreció los seis restantes al mismo precio que al principio; Tarquinio se negó de nuevo y ella destruyó otros tres. Ante el temor de que desaparecieran todos, el rey aceptó comprar los tres últimos pero pagó por ellos el precio que la sibila había pedido por los nueve.

Estos tres libros fueron guardados en el templo de Júpiter en la ciudad de Roma y eran consultados en situaciones muy especiales. Son los llamados Libros sibilinos. Estaban escritos en griego, en hojas de palmera, que posteriormente pasaron a papiro.

Los romanos del siglo II a.d.C., en tiempos de la República, apreciaban mucho estos libros y los guardaban en un colegio formado por 10 sacerdotes menores llamados decenviri sacris faciundis. En situaciones de crisis los consultaban para ver si había una profecía que pudiera aplicarse a la situación del momento.

Por ejemplo, fueron consultados en las ocasiones siguientes:

1. Cuando Aníbal derrotó a las legiones romanas en Cannas. Siguiendo recomendaciones de los libros, se enterró vivos a 2 galos y a 2 griegos bajo el mercado de Roma.

2. Durante la Segunda guerra púnica, después de interpretar los oráculos de los Libros, 2. Escipión el Africano trasladó una imagen de la diosa Cibeles de Pessino a Roma, y estableció allí su culto.

3. Una profecía contenida en los libros, según la cual sólo un rey podría derrotar a los partos, generó rumores conforme César quería proclamarse Rey de Roma.


En el año 83 adC el fuego destruyó los Libros sibilinos originales y hubo que formar una nueva colección, que tampoco ha llegado hasta nuestros días porque en el año 408 fueron nuevamente quemados, por orden del general Flavio Estilicón, entusiasta cristiano arriano.



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