Todo
esto, y con lo que esta relacionado, se afirma finalmente; meditalo, día y
noche, por ti mismo y únicamente en lo que te iguala, y así jamas estarás
intranquilo o angustiado, ya sea que estés despierto o soñando, vivirás como un
dios entre los hombres, porque el hombre que vive entre bienes inmortales ya no
se parece a un mortal.
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