Una nación puede sobrevivir a sus tontos, a sus mediocres, a
sus inútiles, a sus ineptos, e incluso a los ambiciosos sin escrúpulos. Pero no
puede sobrevivir a la traición de dentro. Un enemigo en las puertas es menos
formidable, porque es conocido y conoces su bandera abiertamente. Pero el
traidor se mueve entre los que están dentro de la puerta libremente, sus
susurros astutos crujen por todas las callejuelas para llevar a la cizaña y el
caos, y eso es ignorado en los mismos pasillos del gobierno propio. Cuando es
así y nos falla el patriotismo, extendiéndose la traición, la nación está
perdida.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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