Agripa colocó delante de sus termas la estatua del Apoxiómenos de
Lisipo (que representa a un joven que, después de hacer ejercicio, se limpia el
aceite de oliva con que había ungido su cuerpo), que Tiberio encontraba muy de
su agrado. Aunque al principio de su reinado supo dominarse, finalmente no fue
capaz de resistir a la tentación y la trasladó a sus aposentos, sustituyéndola
por otra escultura. Tal fue la indignación del pueblo romano que en el teatro se
levantó un clamor incontenible exigiendo la reposición del Apoxiómenos, y el
emperador, pese a estar encaprichado con la escultura, volvió a colocarla en su
sitio.
( Plinio en "Historia natural")
No hay comentarios:
Publicar un comentario