Todo parecía de oro; el barco estaba recubierto de oro
desde la línea de flotación hasta lo más alto del mástil, y lo que no era de
oro estaba pintado con azules y verdes pavo real salpicados con un polvo de
oro. Los techos de las construcciones de cubierta eran de tejas de loza fina de
vividos azules y verdes, y toda una arcada de columnas con capiteles de lotos
se extendían por la cubierta. ¡Incluso los remos eran de oro!. Y las gemas brillaban por todas partes.
¡Aquel barco solo ya valía diez mil talentos de oro!.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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