Epícrates,
en «El esclavo difícil de vender», pone en boca de un esclavo indignado estas
palabras: «¿Qué hay más odioso que ser llamado a donde están bebiendo a la voz
de “chico, chico”; servir, además, a un joven imberbe, llevarle un orinal y ver
las cosas tiradas ante nosotros, pasteles a medio comer y trozos de pollo que,
a pesar de haber sobrado de la comida, las mujeres nos prohíben comer a los esclavos?
¡Pero lo que realmente hace que nos hierva la sangre es que nos llamen glotones
avariciosos cuando alguno de nosotros come alguna de aquellas cosas!».
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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