Os
amo y nunca me cansaré de decíroslo. Si las cartas son el único medio de que me
escuchéis, os lo diré por medio de cartas. Docenas, cientos, miles, al paso de
los años. Os sofocaré con cartas, os ahogaré con cartas, os aplastaré con
cartas. ¿Hay algo más romano que el género epistolar? Nos alimentamos de
cartas, del mismo modo que yo lo hago escribiéndoos. ¿Qué es la comida si me
negáis el alimento que ansían mi corazón y mi alma? Mi
desalmado, implacable y cruel amado, ¿cómo podéis estar tan lejos de mí? Echad
abajo el muro que separa las dos casas, penetrad en mi cuarto y ¡besadme,
besadme, besadme! Pero no lo haréis. Parece que os lo oigo decir, mientras yo
permanezco en este lecho odiado, impedida para levantarme. ¿Qué he hecho para
merecer vuestra indiferencia y frialdad? Estoy segura de que bajo vuestra piel
blanquísima anida una mujercita, mi esencia confiada a vuestra vigilancia, de
tal modo que la Julilla que vive en la casa de al lado en su horrendo y odiado lecho
no es más que una réplica vacía que cada vez se debilita más. Un día desapareceré
y no quedará de mi más que esa mujercita bajo vuestra blanca piel. ¡Venid a
verme y ved lo que habéis hecho! Besadme, besadme, besadme. Os amo.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
viernes, 8 de diciembre de 2017
CARTA DE UNA JOVENCÍSIMA ADOLESCENTE JULILLA DE LOS CÉSARES A UN JOVENCÍSIMO POBRE PATRICIO LUCIO CORNELIO SILA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario