Cornelia Metela ,era la hija de Quinto Cecilio Metelo Pío
Escipión Nasica (cónsul 52 AC). Ella aparece en numerosas fuentes literarias,
incluyendo una inscripción dedicatoria oficial en Pérgamo.
Plutarco la describe como una mujer de buen carácter, muy
culta y una experta en tocar la lira. Ella también había sido muy bien educada
en la geometría y la filosofía.
Cornelia se casó primero en Publio Licinio Craso, hijo de
Marco Licinio Craso, en el 55 o 54 aC, cuando regresó a Roma después de servir
bajo Cayo Julio César en la Galia. Tras la muerte de su primer marido en la
batalla de Carras, Cornelia se convirtió en la quinta esposa de Pompeyo en el año
52 antes de Cristo.
Ella fue una fiel esposa de Pompeyo y se reunió con él en
Mitilene con su hijo Sexto Pompeyo, tras la batalla de Farsalia en el año 48 aC.
Juntos, huyeron a Egipto, donde fue asesinado Pompeyo. A su llegada, César
castigó a los asesinos de Pompeyo y dio Cornelia sus cenizas y el anillo del
sello de Pompeyo. Regresó a Roma y pasó el resto de su vida en fincas de
Pompeyo en Italia.
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