lunes, 29 de junio de 2015

PARA PROVEER EL ERARIO ROMANO, CAYO JULIO CÉSAR SUBASTA LOS BIENES DE LOS REPÚBLICANOS NO INDULTADOS



Una gran cantidad de dinero salió a la luz cuando se subastaron las propiedades de los republicanos no indultados. Pujando por mediación de Escaptio, Bruto no tuvo dificultades para adquirir la casa de Bibulo, su gran villa en Cayeta, su latifundio de Etruria y sus fincas y viñedos de Campania; la mejor manera de proporcionar una renta a Porcia y al joven Lucio, había decidido, era comprar todas las posesiones de Bibulo. Pero no tuvo suerte con las haciendas de Catón en Lucania.



El agente de César, Cayo julio Arverno, compró hasta la última de las propiedades de Catón, por mucho más de lo que valían; Escaptio, en nombre de Bruto, no se atrevió a seguir pujando cuando los precios llegaron a un nivel exorbitante. César tenía dos razones para obrar así: deseaba la satisfacción de quedarse con las propiedades de Catón, y también deseaba utilizarlas para dotar a sus tres ex centuriones de tierra suficiente para que estuvieran autorizados a pertenecer al Senado. Décimo Carfuleno y otros dos habían ganado la corona civica, y César se proponía respetar la legislación de Sila según la cual toda persona galardonada con una condecoración importante tenía derecho a acceder al Senado.


( C. McC. )

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