sábado, 27 de junio de 2015

CARTA DE MARCO ANTONIO A CAYO JULIO CÉSAR, A PROPÓSITO DE QUE LAS LEGIONES SE QUEJAN EN LOS RETRASOS DE LA PAGA, EN CAPUA.



César, tenemos problemas. Grandes problemas. Los veteranos más veteranos han enloquecido de ira, y no puedo hacerlos entrar en razón... o mejor dicho a sus representantes electos. Las legiones más exaltadas son la Décima y la Duodécima. ¿Te sorprende? Bueno, al menos a mí sí me sorprende.

 

La gota que hizo rebosar el vaso fue mi orden de que la Séptima, la Octava, la Novena, la Décima, la Undécima, la Duodécima, la Décimotercera y la Décimocuarta levantaran el campamento y marcharan hacia Neapolis y Poteoli. Todos los representantes electos se plantaron ante mi puerta en Herculano (vivo en la villa que Pompeyo tenía allí) para decirme que nadie iba a ninguna parte hasta que se les notificaran formalmente ciertas cuestiones como la fecha de su baja definitiva, sus parcelas de tierra, sus partes en los botines y gratificaciones por esta campaña extra; así es como la llaman, "campaña extra". No es una obligación habitual. Y quieren que se les pague.

 

Estaban decididos a verte, así que no les gustó mucho saber que estabas demasiado ocupado en Roma para venir a Campania. Inmediatamente después, la Décima y la Duodécima se descontrolaron, y empezaron a saquear todas las aldeas de los alrededores de Abella, donde están acampadas.

 


César, no puedo contenerlos más. Te sugiero que vengas personalmente. O si realmente te es imposible, manda a alguien importante para entrevistarse con ellos. Alguien a quien conozcan y en quien confíen.

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