SOBRELOS VARONES ILUSTRES DE LA CIUDAD DE ROMA, por SEXTO AURELIO VÍCTOR
SOBRE LOS VARONES ILUSTRES DE LA CIUDAD DE ROMA, por SEXTO AURELIO VÍCTOR
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Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
SOBRELOS VARONES ILUSTRES DE LA CIUDAD DE ROMA, por SEXTO AURELIO VÍCTOR
SOBRE LOS VARONES ILUSTRES DE LA CIUDAD DE ROMA, por SEXTO AURELIO VÍCTOR
Galerio, hombre de buen carácter y
sobresaliente en asuntos militares, cuando se dio cuenta de que Italia, con la
aquiescencia de Constancio, había pasado también a su
administración, nombró dos Césares: Maximino,
a quien puso al mando de Oriente, y Severo,
a quien entregó Italia. Él permaneció en el Ilírico, pero, una vez muerto Constancio, Constantino, hijo suyo, de un matrimonio más que
oscuro, fue nombrado emperador en Britania y sucedió a su padre como el
gobernante más deseado. Entretanto en Roma los pretorianos, tras iniciar una
sublevación, nombraron Augusto a Majencio,
hijo de Herculio, que estaba en una villa pública no
lejos de la ciudad. Cuando se anunció esto, Maximiano Herculio, estimulado por
la esperanza de recobrar su rango, que había dejado en contra de su voluntad,
corrió hacia Roma desde Lucania, donde había elegido retirarse como ciudadano,
para envejecer en el campo, en un lugar muy agradable; pidió también a Diocleciano que volviera a tomar el poder, que
había abandonado, por medio de una carta que aquél no tomó en consideración.
Pero Severo César, enviado a Roma por Galerio a reprimir la sublevación de los
pretorianos y de Majencio, llegó con el ejército y en el asedio de la ciudad
fue abandonado por la traición de sus propios soldados.
( Eutropio en Brevario de la historia de Roma )
El libro se encuentra en la Biblioteca privada del Cónsul de Roma, y podéis acceder a él, clicleando encima del texto o primeras imágenes:
HECHOSDEL DIVINO AUGUSTO, por OCTAVIO CÉSAR AUGUSTO
Sexto Aurelio Víctor (Sextus Aurelius Victor, en latín) (c.
320 - c. 390) fue un historiador y político del Imperio romano.
Aurelio
Víctor fue el autor de una Historia de Roma desde Augusto a Juliano el Apóstata (360), publicada hacia 361. Juliano
le honró nombrándole prefecto de Pannonia Secunda. Posiblemente es la misma
persona que se conoce como cónsul en 369, junto al hijo de Valentiniano I, y el prefecto de la ciudad de Roma (389).
Le
han sido atribuidas cuatro obras, con mayor o menor certeza:
Origo
Gentis Romanae
De
Viris Illustribus Romae
De
Caesaribus
De
Vita et Moribus Imperatorum Romanorum excerpta ex Libris Sex. Aur. Victoris.
Estas
cuatro obras han sido publicadas generalmente de forma conjunta bajo el nombre
de Historia Romana, siendo la segunda la primera en ser impresa en Nápoles en
1472, en cuatro tomos, erróneamente atribuida a Plinio el Joven. La cuarta obra
fue publicada en Estrasburgo en 1505.
La
primera edición completa de los cuatro libros fue realizada por Andreas
Schottus en ocho volúmenes en Amberes en 1579.
Sexto
Aurelio Víctor dejó un importante legado como historiador, proporcionando
valiosa información sobre la historia y los líderes del Imperio romano. Su obra
continúa siendo estudiada y apreciada por su contribución al conocimiento de la
antigua Roma.
Cayo Suetonio Paulino a fue un político y general romano que vivió en el siglo
I, conocido por ser el comandante que derrotó a la rebelión encabezada por la
reina Boudica.
La destrucción de la colonia romana ubicada en Camulodunum (Colchester) obligó a la legión dirigida por Petilio Cerial a regresar. Tras arrasar la isla de Man, Suetonio marchó a través de la carretera construida sobre el territorio de Watling Street hacia Londinium (Londres), el próximo objetivo de los rebeldes. Sin embargo, los romanos juzgaron que carecían de suficientes tropas para defender la ciudad y ordenaron su evacuación. A su llegada los rebeldes la destruyeron e hicieron lo mismo con Verulamium (St Albans).
La
victoria de Cayo Suetonio Paulino sobre Boudica ayudó a consolidar el control
romano sobre Britania. Los romanos reforzaron su presencia militar en la isla y
establecieron una serie de fortificaciones para protegerse de futuras
rebeliones. También adoptaron una política más conciliadora hacia las tribus
locales para evitar futuros conflictos.
A largo plazo, la rebelión de Boudica tuvo un impacto significativo en la relación entre los romanos y las tribus locales. Aunque los romanos lograron sofocar la rebelión, la brutalidad con la que trataron a los rebeldes dejó una huella duradera en la memoria colectiva de las tribus locales. No obstante, la rebelión también demostró que los romanos no eran invencibles y que las tribus locales podían resistir su dominio.
A
modo de semblanza, cabe decir que Cayo Suetonio Paulino fue un hombre ambicioso
y dedicado que se convirtió en general romano motivado por su amor por la
patria y su deseo de servir al Imperio. Como muchos romanos de su tiempo,
probablemente buscaba gloria y honor en el campo de batalla, así como el
ascenso social y político que acompañaba a los éxitos militares. Su dedicación
a Roma y su ambición personal lo impulsaron a perseguir una carrera en el
ejército y a destacarse como líder militar. Desde joven Suetonio mostró una
gran habilidad para la estrategia militar y la política, lo que lo llevó a ser
nombrado pretor y luego legatus legionis en Mauritania.
Suetonio
era conocido por ser un líder carismático, por su disciplina y por sus habilidades tácticas, lo que le
permitió ganarse el respeto y la lealtad de sus tropas. Mantenía una estrecha relación con sus legionarios, compartiendo sus dificultades y liderándolos
en el campo de batalla. Este enfoque de liderazgo basado en la confianza y el
respeto mutuo contribuyó a su éxito en la dirección de sus soldados. También se
dice que era un hombre de gran inteligencia y cultura, que valoraba la
educación, el estudio
constante, y la investigación.
En sus relaciones con otros líderes políticos y militares, Suetonio era conocido por ser un hombre astuto y diplomático, que sabía cómo manejar las complejas relaciones entre las diferentes facciones del Imperio, teniendo una especial rivalidad con Cneo Domicio Corbulón, y sorteando tanto al emperador Otón como al emperador Vitelio, sin salir demasiado afectado entre las disputas por el trono imperial. También se dice que era un hombre leal y comprometido con sus aliados, y que trabajó duro para mantener buenas relaciones con los líderes locales y los gobernadores de las provincias.
Tenía
los valores y principios comprometidos con los ideales romanos de disciplina,
lealtad y servicio a Roma, que guiaron
su vida y su carrera, Suetonio era un hombre profundamente patriótico que creía
en la grandeza del Imperio Romano y en la importancia de mantener la ley y el
orden en todas las provincias. También se dice que era un hombre de gran
integridad y honestidad, que se negaba a aceptar sobornos o participar en
actividades ilegales.
El poeta romano Quinto
Horacio Flaco escribió este consejo en su obra “Epístolas” (I, 18, 106-107): “Evita
las empresas grandiosas; puedes, bajo un humilde techo, aventajar, por tu modo
de vivir, a los reyes y a los amigos de reyes.”
En
este consejo, Horacio nos invita a evitar las empresas grandiosas y a vivir
modestamente. Es decir, a proyectos o trabajos que pueden parecer muy
importantes o impresionantes, pero que en realidad pueden ser muy complicados y
difíciles de llevar a cabo. En cambio, nos
sugiere que es mejor buscar proyectos más modestos, que puedan ser realizados
con menos recursos y esfuerzo, evitando el deseo de realizar grandes hazañas o
ambicionar una posición social elevada que absorbiera nuestras fuerzas más de la cuenta, y en
consecuencia conllevara insatisfacción y frustración.
El
poeta romano da a entender que es posible vivir mejor en un hogar humilde que
aventajar a los reyes y amigos de los reyes en su modo de vida ( queriendo referirse a los más poderosos y ricos del mundo), si se hacen las cosas con sabiduría
y sensatez.
Este
consejo del poeta
romano, es una reflexión sobre la felicidad y la vida
sencilla. Horacio nos recuerda que la felicidad no se encuentra en la riqueza o
el poder, sino en la satisfacción de nuestras necesidades básicas y en el
disfrute de las cosas simples de la vida. Vivir modestamente y con más tranquilidad nos permite ser más independientes y
libres, y nos ayuda a evitar las preocupaciones, las ansias insaciables, y el estrés que conlleva una vida
llena de ambición y deseo de poder y riquezas.
Este
consejo nos enseña que no es necesario tener muchas
riquezas materiales, fama o poder para ser exitosos o felices. En cambio,
Horacio nos anima a cultivar virtudes como la humildad, la honestidad, la
generosidad y la sabiduría. Estas cualidades son las que realmente nos
distinguen como personas y nos permiten alcanzar una vida plena y significativa, en la que aprendiendo a ser sabios,
sabemos hacer lo correcto y terminamos mucho más realizados.
Creo que lo Horacio quería decir es que no debemos preocuparnos
tanto por hacer cosas grandiosas o tener cosas materiales impresionantes, sino
que debemos centrarnos en
vivir de una manera humilde, sencilla, y sin
demasiados agobios. En lugar de buscar la grandeza y la ostentación, debemos
centrarnos en vivir de una manera que nos haga felices y nos permita ser
mejores personas. Esto significa que no debemos preocuparnos tanto por tener
cosas materiales costosas o hacer cosas impresionantes, sino que debemos
centrarnos en ser amables, honestos y respetuosos con los demás. Saber ser humildes, aprender lo
correcto, cuidar de nosotros mismos y de las relaciones que tenemos con los
demás procurando que sean buenas.
De hecho, pienso que Horacio sugiere que vivir de una
manera humilde,
positiva, y sencilla
puede ser incluso mejor que vivir de una manera grandiosa. Si vivimos de una
manera que nos hace felices y nos permite ser mejores personas, sabiendo ganar conocimientos y
cuidar bien la propia salud, entonces podemos aventajar a los reyes y a
los amigos de los reyes, incluso si vivimos en un humilde techo. Porque como dijo una vez alguien: si
tienes salud, y te has ganado el aprecio de la gente que te rodea, lo tienes todo.
Creo, aparte que este consejo ha influido en la cultura romana y en la sociedad actual, por la parte de la filosofía estoica que promueve la vida sencilla y la moderación, que fue muy popular en los tiempos del Imperio Romano, y que sigue siendo relevante en la mentalidad de la vida cotidiana de hoy en día.
En su
libro “Meditaciones”, el emperador romano Marco Aurelio escribió: “El arte de
vivir se asemeja más a la lucha que a la danza en lo que se refiere a estar
firmemente dispuesto a hacer frente a los accidentes incluso imprevistos”.
Esta
cita significa que vivir es como una lucha constante en la que debemos estar
preparados para enfrentar cualquier situación, incluso las imprevistas. La vida
no es una danza
divertida en la que todo
fluye armoniosamente sin problemas, sino más bien una
lucha constante que
puede llegar a ser muy dura y desagradable, y en la que debemos estar preparados para enfrentar los
desafíos con actitud
firme y decidida, y
superarlos en cualquier
situación que se nos presente, con perseverancia y sin rendirnos incluso ante todo aquello
que no podemos prever o anticipar, tratando de ir creciendo como personas a medida que vamos avanzando
por la vida.
La
danza puede ser una cosa hermosa y fluida, pero no requiere
la misma determinación y fuerza que la lucha que acostumbra a ser algo muy duro y cansado. En la vida, a menudo nos
enfrentamos a desafíos y obstáculos imprevistos, y debemos estar preparados con fuerza y determinación, como si estuviéramos luchando en una batalla de resultado incierto y con el
objetivo predeterminado de no perder ni dejarse vencer.
La
idea detrás de esta cita es que la vida no siempre es fácil y puede ser
impredecible. Sin embargo, si estamos firmemente dispuestos a enfrentar los
desafíos que se nos presentan, podemos superarlos y crecer como personas. En lugar
de rendirnos ante los obstáculos, debemos estar preparados para luchar y
perseverar, incluso cuando las cosas se pongan difíciles o imposibles.
Esta
enseñanza de un estoico
como Marco Aurelio puede
ser útil en nuestra vida diaria. Nos recuerda que, en lugar de buscar una
existencia sin problemas, debemos aceptar que los contratiempos son inevitables, aprendiendo también a prevenirnos. A través de la perseverancia y la
actitud adecuada, podemos enfrentar los desafíos con determinación y encontrar
oportunidades para aprender y crecer.